Juan Manuel Santos dijo que busca dejarle a su sucesor, Iván Duque, un cese al fuego verificable y un acuerdo marco sobre justicia especial en las negociaciones de paz que se realizan con la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Así lo aseguró el jefe de Estado en Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), a donde asistió a la declaratoria de 36 municipios como libres de sospecha de minas antipersona.
Según Santos “en este momento estamos negociando a ver si podemos dejarle al próximo Gobierno un cese el fuego y un acuerdo marco sobre la justicia especial de paz”, cuyo sexto ciclo comenzó el pasado 2 de julio en La Habana.
Santos, que entregará a Duque el cargo el próximo 7 de agosto, explicó que a la negociación de cese el fuego bilateral le restan dos puntos de los que dijo “son líneas rojas” y que si no son aceptadas “no hay cese al fuego”.
En ese sentido detalló que una de las condiciones que debe cumplir el ELN es dejar de secuestrar y la otra tienen que ver con que la Fuerzas Militares pueden operar “en cualquier parte del territorio sin permiso de nadie.
“Esas son las dos líneas rojas”, remarcó Santos que de todas maneras aseguró que si el ELN las acepta se tendrá un cese al fuego “verificable y real”.
Confió en que las negociaciones de paz con el ELN puedan seguir avanzando, con lo que se logrará “terminar de apagar ese otro incendio” que significa el uso de minas antipersona puestas por esa guerrilla en los municipios en los que tiene presencia y que causan víctimas.
Los diálogos de paz con el ELN comenzaron en febrero de 2017 en Quito pero fueron trasladados en mayo pasado a Cuba después de que el presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, apartara a su país de las negociaciones, alegando que esa guerrilla mantiene acciones terroristas.