El jefe de Estado Juan Manuel Santos presidió hoy en Bogotá por última vez el desfile militar del 20 de Julio con el que se conmemoraron los 208 años de la Independencia del país.
Santos, que entregará el poder el próximo 7 de agosto al presidente electo, Iván Duque, estuvo este viernes en la tarima de honor de la Avenida 68 con parte de su gabinete de ministros, la cúpula militar y familiares para presenciar el desfile de las Fuerzas Armadas.
Antes del desfile, Santos condecoró con la Orden de Boyacá a oficiales militares y de la Policía que se han destacado por sus servicios al país.
También hubo un minuto de silencio en honor de los miembros de las fuerzas de seguridad caídos en cumplimiento de su deber.
Este año el desfile, que tuvo como lema “Colombia una sola fuerza”, lo abrió la Quinta División del Ejército con uniformados que iban montados a caballo.
Como es tradicional, unos 15.000 integrantes del Ejército, la Armada, la Fuerza Aérea y la Policía desfilaron a lo largo de la avenida mientras aviones de combate Kfir, helicópteros artillados Black Hawk, y otras aeronaves surcaban el cielo bogotano.
Igualmente voló el helicóptero MI-17 “Libertad”, usado el 2 de julio de 2008 en la “Operación Jaque” en la que el Ejército rescató a la excandidata presidencial Íngrid Betancourt, a tres contratistas estadounidenses y a once militares y policías colombianos que llevaban años secuestrados por las FARC.
El desfile fue acompañado por miles de personas que se apostaron al lado y lado de la vía por donde pasaron los uniformados, entre ellos militares heridos en combate y veteranos de guerra.
Entre los veteranos había un grupo de excombatientes de las batallas de Old Baldy y Kum Song en la Guerra de Corea (1950-1953).
En la ceremonia destacaron las fuerzas especiales de las distintas ramas de las Fuerzas Armadas, así como las brigadas de desminado humanitario encargadas de limpiar los campos del país de los artefactos explosivos dejados por los grupos guerrilleros.
La Policía marchó con sus componentes como los guías caninos, carabineros y varios tipos de vehículos en los que se desplazan en sus labores para prestar seguridad a la ciudadanía.
Llamó la atención el paso de “Sombra” una perra entrenada para detectar cocaína y por cuya cabeza el jefe máximo del Clan del Golfo, la mayor banda delincuencial del país, Dairo Antonio Úsuga David, alias “Otoniel”, ofrece 200 millones de pesos (unos 70.000 dólares), según las autoridades.