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Río Magdalena incomunicó a Tamalameque y El Banco

Emergencia vial

A raíz de la fuerte inundación acompañada de erosión en el río Magdalena, la vía que conduce  de Tamalameque, Cesar,  a El Banco,  Magdalena, nuevamente quedó destrozada y no hay paso para ninguna clase de vehículos, excepto en Ferry desde el sector conocido como ‘La Oreja’.
Ayer en la mañana, por segunda vez las familias que se encuentran damnificadas en las poblaciones de Cuatro Bocas, La Oreja y demás veredas de Tamalameque, situadas al margen del caudaloso río, exigieron la pronta intervención de la Corporación Autónoma del Río Grande de la Magdalena, en la solución de uno de los problemas que en la actualidad se ha convertido en un león rugiente que no deja tranquilos a los habitantes de la región ribereña.
Según los damnificados, es tan fuerte la amenaza del río Magdalena, que en los últimos meses ha arrasado un sin número de viviendas y desaparecido las mejores calles de la parte frontal de los corregimientos de la zona ribereña, al tiempo que mantiene en vilo a los productores de palma de aceite, maíz y sorgo, al igual que a los ganaderos de la región.
“Si el río por cambiar de curso, rompe por donde amenaza con meterse, la destrucción sería total, muchas familias quedarían sin sus casas y el sector agropecuario quedaría en las fauces del Magdalena”, señaló un labriego de Tamalameque.
Por su parte los productores agropecuarios en entrevista con EL PILON dijeron que de acuerdo con el censo del ICA, en la zona rural de Tamalameque y El Banco existen  49 mil reses no incluyendo las crías recientes. Ganado que se encuentra en peligro porque no hay pastos y la tierra seca es poca la que se consigue.
Lo anterior explica que Tamalameque, y sus corregimientos cuentan con el mayor número de semovientes de toda el área del sur de Cesar, razón por la cual se necesita con urgencia la presencia del estado para que todo este potencial agropecuario no desaparezca por causa de las arremetidas del río Magdalena que apenas comienza.
Indicó que en años anteriores la guerrilla con el constante abigeato   alcanzó a debilitar la economía ganadera, pero ahora es la misma naturaleza que mantiene alarmados a los ganaderos porque día a día carcome los pastizales erosionando las tierras más fértiles.
De igual forma los habitantes del corregimiento de La Oreja, también dejaron entrever que las 12 mil hectáreas de palma de aceite que se encuentran plantadas en la región y las cuatro mil de maíz y sorgo, también se encuentran a punto de ser devoradas por el río Magdalena; afluente hídrico que en menos de dos meses se ha llevado doscientos metros de tierra.
Frente a todas estas situaciones, las comunidades afectadas, afirmaron que las autoridades municipales han buscado afanosamente la colaboración de la Corporación Regional del Río Grande de la Magdalena, pero pese a la magnitud del problema, aún no se ha recibido ninguna respuesta.
“En muchas ocasiones, el estado hace presencia después de ocurridas las tragedias, a tiempo hemos informado y no se nos atiende y ante tanta negativa, responsabilizamos al gobierno nacional de lo que ocurra entre los municipios de Tamalameque en el Cesar y el Banco en el Magdalena”, señalaron los agricultores y transportadores.

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