“Estábamos aburridas, porque recibimos maltrato, nos pegan mucho y casi no nos dejan salir, por esa razón nos volamos, simulando que íbamos para clases”, así le dijeron a la Policía de Infancia y Adolescencia, las dos alumnas de octavo grado de la institución educativa Enrique Pupo Martínez, localizada en el barrio Siete de Agosto de Valledupar, tras ser rescatadas en el parque de la urbanización Villalba, al norte de la ciudad, después de varias horas de haberse escapado de sus casas.
“Mi hija salió como de costumbre a las 5:50 de la mañana del pasado lunes con su uniforme, pero en su maletín se llevó otras prendas de vestir sin que despertara sospecha de ninguno de la casa, razón por la cual la hacíamos en el colegio. Al no llegar a la hora acostumbrada, me acerqué a la institución y me respondieron que ella no había asistido a clases ese día y que ni siquiera hizo acto de presencia. Una amiga me dijo que las habían visto por el parque del barrio Álamos, que se habían montado en una motocicleta y el hombre se las llevó sin saber hacia dónde. Luego investigué con la Policía en clínicas, hospitales y nadie me daba razón de ella; traté de denunciar su desaparición en el CTI y me manifestaron que había que esperar 72 horas para recibir la denuncia y en la mañana de ayer (martes), me llamaron desde el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF que mi hija se encontraba en esa entidad, hasta donde me dirigí y en efecto allá se encontraba”, explicaron los padres de las adolescentes.
La menor denunció que recibía mal trato de sus padres, pero este desmintió esa versión y señaló que en ningún momento estaba cometiendo ese abuso con ella, que antes por el contrario siempre se sentía a gusto, que su comportamiento es normal y que muy seguramente una amiga o compañera de estudio la indujo a que cometieran ese acto e inclusive, ella es una excelente estudiante y que no tiene ningún problema en el plantel educativo.
Las menores rescatadas fueron entregadas a sus padres ayer al mediodía, luego de algunas recomendaciones, al tiempo que el ICBF les ofreció ayuda con personal en psicología.
Sobre la otra adolescente, EL PILÓN no pudo obtener mayor información, pero también fue entregada a sus padres en medio del protocolo que exige la ley.