La Dirección General de la Policía Nacional, ordenó en las últimas horas a todos los comandantes de la institución en el sur del Cesar, la adopción inmediata de medidas de control y seguridad para combatir el abigeato, la extorsión y el secuestro, delitos que han afectado a los ganaderos en varios municipios del Departamento.
De acuerdo con la directiva enviada, la Policía Nacional afirma que “en asocio con alcaldes, deberán diseñar y desarrollar planes y estrategias integrales de seguridad atendiendo las necesidades y circunstancias de las comunidades bajo su jurisdicción, en este caso el gremio ganadero”.
En reuniones anteriores con el alto mando de la Policía Nacional, Fedegán, solicitó el refuerzo de la seguridad en varias zonas ganaderas, para apuntalar aún más la Seguridad que requieren con urgencia los ganaderos que vienen siendo afectados con el cobro de ‘vacunas’ y el robo continuo de sus reses, como el caso que se registra en González, Cesar, donde la guerrilla comenzó a cobrar por cada cabeza de ganado en las fincas que colindan con Norte de Santander.
Otro de los puntos de la directiva indica, que una de las misiones de los comandantes de policías del Cesar, Santander y Norte de Santander, también será la de organizar redes de apoyo, de cooperantes y frentes de seguridad rural, especialmente en regiones afectadas por el abigeato y el transporte ilegal de ganado.
De acuerdo con el instructivo número 177 del 9 de diciembre de 1992 vigente, establece la labor policial para el control del tránsito de ganado, comercialización, sacrificio y erradicación de la fiebre aftosa, al igual que la puesta en funcionamiento de la circular número 005 vigente y que trata sobre el fortalecimiento del control al abigeato y al hurto de maquinaria agrícola.
De esta forma se ordenó a todos los comandantes de la institución acatar las disposiciones a partir de la fecha y de forma permanente.
Indicó además que el conflicto armado Colombiano y los comercios ilícitos asociados a la guerra, siguen operando como un factor de perturbación económica que afecta a comerciantes y ganaderos, especialmente en el sur del Cesar, Bolívar y demás regiones en donde existe presencia de grupos armados ilegales.
Se dijo al mismo tiempo, que los ganaderos están expuestos a diferentes clases de delitos como el homicidio, extorsión, secuestro y abigeato, producto de la situación de orden público en algunas zonas del país y también como consecuencia de la disputa por el control territorial de los grupos al margen de la ley.