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Reclamaron cuerpos de víctimas de asesinatos en Mareigua

Tanto tendero como su cliente, fallecieron en el Hospital Rosario Pumarejo de López hasta donde alcanzaron a ser trasladados en un desesperado intento por salvarles la vida.

A la espera de sus respectivos cuerpos, llegaron  hasta las instalaciones de la morgue de Medicina Legal,  los  familiares de Jaris Gregorio Tobacía Pontón, 26 años, y de Manuel Alberto García Ariza, de 28 años, quienes resultaron muertos a mano de sicarios.
En medio de dramáticas escenas de dolor, los familiares las víctimas lamentaban la inesperada partida de sus seres queridos y pedían una explicación de lo sucedido.
Edilma García, tía de Manuel Alberto García Ariza, el tendero que fue asesinado cuando atendía su negocio, asegura que no conocían sobre amenaza alguna en contra del comerciante, a quien se le desaparecieron sus documentos en la confusión que reinó en esos momentos.
También dijo que su sobrino era un hombre trabajador que siempre se había dedicado al negocio de la tiendas.“Tenía más de cuatro años en ese mismo sector, y un año donde vivía actualmente”, afirmó la mujer.
La víctima, natural de Valledupar, era hijo de Alberto García y Yudis Ariza. Deja tres hijos, el menor fruto de su actual relación.

Estaba comprando

Jaris Gregorio Tobacía Pontón, de acuerdo a lo conocido, estaba hacienda unas compras para la comida en el preciso momento en que, los sicarios llegaron a la tienda de razón social ‘Yildreth Paola’  de propiedad de Manuel García.
“Acababa de llegar del trabajo y de inmediato, salió a la tienda a traer las compras”, dijo la hermana de la víctima Angelliny Tobacia.
Tobacía Pontón, quien se desempeñaba como vigilante privado, recibió un disparo en el cuello que minutos más tarde le causó la muerte.
Los móviles del crimen son materia de investigación por parte de las autoridades; sin embargo, se maneja la hipótesis que el atentado iba dirigido contra el tendero pero, se cree que los sicarios, al ver a Tobacia usando el uniforme de vigilancia privada, alcanzaron a temer que estuviera armado y debido a eso le dispararon. También se presume que los asesinos no quisieron dejar testigos.
Tobacia Pontón,  el segundo de los tres hijos de Anet Pontón, fue descrito por sus familiares como un hombre dedicado a su familia y a su trabajo. La víctima deja una hija de cinco años y a su esposa, Sarina Vides, con un embarazo de nueve meses. Residía en la calle 64 de la urbanización de Ziruma.
El doble asesinato se presentó a eso de las 8:00 de la noche del jueves anterior en la Manzana 14 casa 1 del barrio Mareigua.

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