Interventoría del DNP
En el desarrollo de las actividades de control y seguimiento previstas por la Dirección Nacional de Regalías, a través de las Interventorías Administrativas y Financieras –IAF-, quedaron al descubierto irregularidades en la ejecución del contrato para el programa nutrición infantil que se adelanta en el municipio de La Jagua de Ibiríco, el cual es financiado con los recursos que percibe esta población por la explotación del Carbón.
El contrato evaluado por la Dirección de Regalías fue el No. 146 de 2010, el cual fue suscrito por la administración municipal de La Jagua de Ibiríco con el ‘Consorcio por la dignidad de un pueblo’ (Corporación para el Desarrollo de la Serranía del Perijá, ‘Corperija’ (2%) y Corporación Wakusari (98%)). Dicho contrato tiene un plazo de 18 meses (1 de julio de 2010 – 1 de enero de 2012), y su objeto es el suministro de complementación alimentaria a mujeres gestantes, madres en período de lactancia, y niños menores de 24 meses beneficiarios del programa ‘Hogares Bienestar FAMI’, así como el suministro de complementación alimentaria a niños entre 1 y 5 años beneficiarios del programa ‘Desayunos infantiles con amor’, y la valoración y seguimiento al estado nutricional de los beneficiarios (control de peso y talla trimestralmente). El monto total del contrato es de 9.989 millones de pesos, financiados en un 100% con recursos de regalías.
Según el Concepto Administrativo y Financiero de la Interventoría, este contrato se suscribió sin contar con el concepto técnico de aprobación del proyecto por el ICBF-Regional Cesar garantizando el cumplimiento de los lineamientos para la inversión de los recursos de regalías para proyectos de seguridad alimentaria y Ley 1283 de 2009. Sin embargo, a la fecha ya se subsanó esta irregularidad y el ICBF dio concepto técnico favorable.
De otra parte, se evidenció incumplimiento a la cláusula segunda del contrato, en la que se pactó desembolso de anticipo por el 30% y se realizó por el 11% del valor total del contrato.
El Concepto Técnico de la IAF reveló varias situaciones irregulares, que ponen en duda el cumplimiento del objeto del contrato, que es el desarrollo de las acciones que logren la reducción del índice de desnutrición y mortalidad asociada en la población entre cero a cinco años, mujeres lactantes y gestantes del municipio de La Jagua de Ibiríco.
Entre estas irregularidades se encuentran:
• El fríjol se encuentra sin fecha de vencimiento ni información de los valores nutricionales en el paquete tipo A entregado a madres lactantes y gestantes.
• La leche y harina de maíz no cuentan con fecha de vencimiento.
• Las condiciones de almacenamiento no son las óptimas, ya que la bodega cuenta con poca luz y ventilación, y presenta humedad.
• En el acta de modificación No. 1 no se especifica el peso del arroz a entregar.
• Una vez realizada la visita se pudo observar que el paquete nutricional tipo A contiene 3 bolsas de maíz x 500 gramos, cuando en la minuta del contrato se establece la entrega de 4 harinas.
• En los empaques de los alimentos hace falta la leyenda “uso institucional prohibida su venta”. -visita realizada el 14 de diciembre- a la fecha se ha subsanado parcialmente.
• La bodega no cuenta con suficiente iluminación y ventilación, presenta alta humedad. El contratista informó que los complementos no permanecen en la bodega más de una semana, ya que la bodega principal se encuentra ubicada en el municipio de Valledupar.
• A la fecha, el contratista no ha hecho entrega de ningún informe a la
interventoría ni a la Secretaría de Salud Municipal, incumpliendo con el literal a, numeral 4 de la cláusula 4 del contrato N° 146 de 2010.
• El contrato cuenta con un retraso en la entrega de los complementos. Según informa el contratista y la interventoría, esto se debe a la ola invernal que se presentó en la región.
En su Evaluación Socioeconómica, la Interventoría Administrativa y Financiera hace algunas observaciones relacionadas con las condiciones de la entrega. Por ejemplo, cuestiona el hecho de que los beneficiarios, habitantes de la zona rural que asistieron a recoger los complementos a la bodega ubicada en la cabecera municipal, manifiestan que los programas de capacitación y sensibilización en el tema no están cumpliéndose cabalmente, lo que impacta el grado de solución del problema de desnutrición en el municipio en tanto no orienta el suministro de los alimentos ni su almacenamiento.
De igual forma, se percibió un incumplimiento en la forma de entrega, dado que a pesar de que el contratista se comprometió a hacer la entrega en cada una de las veredas del municipio, los responsables de los beneficiarios deben asistir al punto de entrega ubicado en la cabecera municipal, asumiendo los costos del transporte de ida y vuelta a sus residencias.
Finalmente, se pone en evidencia que en algunas oportunidades han sido los promotores en salud rurales quienes han tomado las medidas de peso y talla a los niños beneficiarios; este personal está contratado por el municipio mediante el contrato 149 de 2010, suscrito con la ESE Hospital ‘Jorge Isaac Rincón’.