El fin último de una empresa es vender, y antes de esto o al mismo tiempo, hacer conocer sus productos o servicios, haciendo reconocida su marca a su público, ampliando su audiencia lo más posible.
Todo esto requiere la creación de una planificación de comunicación, y dentro de ella, como un elemento muy importante, el diseño de una estrategia de contenidos, capaces de “Contactar”, atraer y posiblemente, deslumbrar a los potenciales clientes de la empresa.
¿De qué se trata el marketing de contenidos?
Por supuesto, antes de establecer una planificación de contenidos, dentro de la estrategia, se deben tener claro los objetivos buscados, el perfil de los usuarios, y los tiempos de desarrollo de dicha estrategia. (Si es una campaña corta, con un tema puntual, o si será una campaña a largo plazo con continuidad en el tiempo).
El usuario de internet y redes sociales consume contenidos constantemente, y sus motivos para hacerlo pasan por informarse, entretenerse y divertirse o generando sus contenidos propios, por lo que, al momento de plantear una campaña de marketing de contenidos hay que considerar:
- Formato
- Medios/ Canales
- Público objetivo
- Entorno/ Contexto
Dentro del formato se evaluarán elementos como el texto, su relevancia y calidad, la utilización de SEO y las palabras clave a utilizar. Los vídeos también son herramientas visuales muy útiles a la hora de crear contenidos de interés, al igual que las fotos.
El audio es otra de las posibilidades, dependiendo de qué clase de contenido consuma el público, las infografías, en tanto, son fáciles de compartir, y pueden transmitir mensajes que de otra manera serían extensos, de manera sencilla.
Los canales que utilizará la empresa para dirigirse a sus públicos, estarán determinados por el perfil de los mismos, y la clase de mensaje que se quiere transmitir. Cada plataforma o red social, tiene particularidades distintas y llega a determinado público, por lo cual es absolutamente importante que se contemplen estas particularidades para que el contenido sea creado de manera exitosa.
A la hora de dirigirse al público objetivo, se deben considerar sus gustos, su manera de consumir (saber tanto qué plataformas o redes sociales utiliza, como si es potencial consumidor o no del producto o servicio de la empresa), además de grupo etario, ubicación geográfica, etc.
El último elemento, pero no menos importante, es el entorno en el que se ubica el usuario, determina el tono que se le dará al contenido, y hará que el mismo se adecúe a una determinada realidad.
¿El contenido es realmente el rey?
El contenido es el rey, dijo Bill Gates en 1996, aún no existían las redes sociales y recién se comenzaba a pensar a Internet como parte de la vida cotidiana, pero él, atribuyó al contenido a lo que atraería a los usuarios de Internet, desde una información correcta y objetiva, sin imaginar que luego sería lo que las empresas necesitarían para comunicarse con sus públicos y atraerlos.
Se puede coincidir con Gates en la importancia del contenido, la elaboración de una brillante estrategia de contenidos puede hacer la diferencia entre un usuario sobre-informado y uno interesado en lo que ofrece la empresa, pero si realmente se analiza detenidamente, quien debe ser el rey en el marketing de contenido es el usuario, todos aquellos que componen los públicos de una marca. Esas personas son las que establecerán un feedback, las que determinarán si el contenido es relevante y útil y, el objetivo final, si interacciona o no con la marca.
¿Es importante aplicar una estrategia de contenidos?
Sin duda, aplicar una estrategia de contenidos correcta dará resultados exitosos, que por supuesto, deben chequearse durante su ejecución. Los contenidos agregan valor a lo que comunica la empresa, instruyen, acompañan, entretienen, pero además pueden hacer que un usuario se transforme en un “vocero” de la marca, y convertirla en referente de su mercado.
Es fundamental medir permanentemente los resultados de la acción, evaluando el grado de interrelación con la audiencia, eso hará que se vaya adaptando la estrategia de contenidos de acuerdo a las necesidades del usuario.