Al ganadero Luis Eduardo Zárate la Fiscalía lo acusó de participar en el crimen del sindicalista Aldo Mejía Martínez, quien era presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de acueducto, alcantarillado y empresas de obras sanitarias – Sintracuemponal, del municipio de Codazzi, Cesar.
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Zárate es acusado del delito de homicidio agravado por presuntamente brindarle información a los paramilitares para que acabaran con la vida de Mejía Martínez, en hechos registrados el 4 de abril del año 2001 en el municipio.
Mejía Martínez era parte de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia, CUT, y al parecer tuvo conflicto de intereses con varias personas ‘poderosas’ en la región que ordenaron su asesinato.
Según la investigación de la Fiscalía 77 Especializada Contra Violaciones a los Derechos Humanos, al ganadero lo involucra un grupo de paramilitares que declararon y son procesados por actos violentos en la zona.
EL HERMANO DEL EMPRESARIO MATTOS
Por este asesinato también está siendo investigado Edward Heriberto Mattos Barrero, hermano del reconocido empresario Carlos Mattos.
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Este fue capturado en el corregimiento de Boquerón del municipio de La Jagua de Ibirico, Cesar, mediante un operativo realizado por detectives del CTI de la Fiscalía en coordinación con el Gaula Militar.
Durante la diligencia le incautaron a Mattos un arma de fuego con un proveedor de 15 balas y un documento aparentemente falso que tenía como identidad Armando Mattos Liñán.
Edward Mattos también es procesado por los asesinatos de los asesinatos del ganadero Disnaldo José Perpiñán Marshall y su ahijado Carlos Alberto López Chacón, en hechos ocurridos el 28 de noviembre del año 2001 en el municipio de Codazzi.
Actualmente se encuentra privado de la libertad por homicidio agravado y delitos conexos.
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ANTECEDENTES
Según datos del Sinderh de la ENS, Escuela Nacional Sindical, resultados de una investigación, “entre 1980 y 2016 en el departamento del Cesar se contabilizaron 859 hechos violentos contra sindicalistas. Entre ellos 130 homicidios y 19 desapariciones, 305 desplazamientos forzados, 346 amenazas, 24 atentados y 14 secuestros. En 551 de esos casos las víctimas fueron hombres y 308 mujeres. En 637 fueron trabajadores de base y 222 dirigentes sindicales”.