“La historia es la memoria de los pueblos y sin memoria, no somos nada” (Milán Kundera). He ahí, de la necesidad y la importancia de registrar, conservar y evocar las historias de nuestros pueblos.
‘Tras las huellas históricas y culturales del Cesar’ es un libro de la Cámara de Comercio de Valledupar para el Valle del Río Cesar, pero en especial del doctor José Luis Urón Márquez, quien tuvo la idea de recopilar la historia del Cesar para celebrar en el 2017 los 50 años de la creación del departamento. En agosto de 2016 me acerqué a la entidad en busca de asesoría y saludé a su presidente ejecutivo, quien es mi paisano, y él me dice, necesito que me ayudes con un libro sobre el Cesar, estamos escribiendo la historia del conflicto armado. El doctor José Luis quería algo similar a lo que hizo Félix Manzur Jattin en Córdoba. Sentí que era un reto y acepté, porque había estado muy cerca de otros procesos de investigación. Provenía de la escuela de Fals Borda y Alfredo Molano. Además, hacer algo por mi tierra me emocionaba.
El viaje comenzó con otras compañeras de la entidad. Ellas habían tenido acercamientos con algunos historiadores locales, quienes dieron algunas recomendaciones. Nos repartimos los municipios. Por supuesto, escogí el sur y comencé desde San Alberto, pensando que sería fácil. En ese tiempo surgió la oportunidad de ir a trabajar al Catatumbo, una oportunidad que no podía perder. A mi regreso, quise renunciar porque solo tenía escrito San Alberto. Consideraba que su historia empezaba desde la época de la colonización de fínales de los años 50, pero la estructura del libro exigía remontarse a la época prehispánica, y ahí fue el reto. Había que ir más allá. Cada municipio era una sorpresa.
Y así comenzó la pesquisa para hilar las historias y el tiempo se alargó. No era tarea fácil, considerando que ya otros habían hecho trabajos significativos. Además de escribir la historia de los orígenes, también se debía abordar del conflicto armado, lo cual era lo más complejo. Se acercaba la fecha de la celebración de los 50 años y el libro no estaba terminado. Pasaron tres años para terminar el trabajo y llegó la pandemia. Del proceso nacieron dos libros: el de esta noche, Tras las huellas, y la historia del conflicto armado en el Cesar.
Para ir tras las Huellas se revisaron fuentes primarias como las “Relaciones geográficas del siglo XVI de la Nueva Granada en lo referente al Caribe Colombiano”, informes coloniales y por supuesto, los cronistas de Indias. Los libros del ocañero Jorge Meléndez fueron fundamentales para escudriñar las historias del sur. Se visitó el archivo general de la nación, ingenuamente buscando las actas de fundación de algunas ciudades. Se hizo una pesquisa bibliográfica y se llevaron a cabo entrevistas con pobladores e historiadores locales en cada uno de los municipios, algunos están haciendo trabajos significativos. Se revisaron planes de ordenamiento y desarrollo municipales, así como estudios regionales y académicos. La memoria y tradición oral fueron esenciales, por lo que el texto está construido también con las voces de los cesarenses.
Se trató de buscar el origen amerindio de cada municipio, e indagar sobre el proceso de fundación o poblamiento, según fuese el caso. Algunos municipios son de origen prehispánico, otros fundados por españoles, y otros se configuraron a través de los ciclos económicos o por la llegada de las distintas colonizaciones, como la que trajo la violencia bipartidista, así como la construcción de vías y proyectos agroindustriales.
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El libro también buscó recoger la esencia cultural, por eso se trató de recoger las manifestaciones culturales que identifican cada municipio, para mostrar lo variopinto que somos. Este trabajo es un esfuerzo por cohesionar a los cesarenses, porque somos un departamento hecho a pedazos. López Michelsen lo soñó como el departamento piloto, nacimos como tierra de promisión y bonanzas, hoy lo ven como el departamento laboratorio para la transición energética. Costó esfuerzo crearlo, por eso no podemos dejar que lo desintegren o mutilen. Es hora de enfrentar los nuevos retos y desafíos que nos impone el cambio climático y reinventarnos a través de las culturas y las bellezas naturales.
Desde la Cámara de Comercio consideramos que los libros deben cumplir una función social. Somos una entidad comprometida con el desarrollo regional y con el futuro de nuestro departamento. Somos más que administradores de registros públicos, ejercemos otras funciones desconocidas para muchos. Somos promotores de las culturas, por eso queremos hacer entrega de ‘Tras las huellas históricas y culturales del Cesar’ como incitación para que sigamos indagando sobre nuestras raíces. Tenemos un rico pasado aborigen, como lo demuestran los recientes hallazgos en Villa Icha, Valencia de Jesús. Es hora de valorar nuestra historia, y, sobre todo, que las nuevas generaciones se miren como cultura y comunidad.
Por: Catalina Cabrales Durán.