A poco más de un mes del asesinato del presidente Jovenel Moïse, el mundo se pregunta quiénes fueron los culpables del magnicidio, razón por la que preocupa que la investigación del magnicidio, según diversos sectores de la vida nacional y varios implicados en el proceso, esté en un punto muerto.
Bernard Saint-Vil, decano de la suprema corte de Haití, intenta encontrar un juez dispuesto a asumir el caso. Para tranquilizar a los magistrados de dicho país, Saint-Vil afirmó haber exigido al gobierno garantizar la protección del encargado de las investigaciones.
“Es un asunto delicado y político. El juez antes de aceptar investigar el asunto piensa en su seguridad y la de su familia. Por eso los magistrados instructores no están demasiado entusiasmados con la idea de aceptar el caso”, aseguró.
Mientras tanto, la policía asegura haber detenido a 44 personas, entre las que destacan 12 policías haitianos, 18 ciudadanos colombianos y dos estadounidenses. “También solicitamos agentes de seguridad para el juez. Antes, incluso de decir a qué juez encomendaríamos el caso, estos medios deberían ponerse a disposición”, añadió Saint-Vil.
Cabe recordar que tiempo antes de enviar el expediente al gabinete de investigación, la fiscalía de Puerto Príncipe lanzó varias órdenes de arresto en contra de un funcionario de un partido político de oposición, el presidente del partido de Jovenel Moïse y dos pastores haitianos que habían expresado su oposición al difunto mandatario.