A través de una información que dio la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, al diario EL PILÓN se conoció que en días anteriores un campesino del Parque Regional Serranía del Perijá, en medio de un episodio de miedo y tratando de defender a sus animales, quiso atentar contra un oso andino que ingresó a su predio.
Sin embargo, Corpocesar señaló que afortunadamente realiza charlas y programas de conservación y educación ambiental con las personas del lugar, por lo que de cierta forma, son conscientes de que se deben preservar estos animales.
“El propietario de una finca encontró al oso andino matando a una de sus vacas y en medio de todo, el oso asustado se subió a un árbol y él no lo dejó bajar de allí hasta que llegó Corpocesar. Afortunadamente venimos trabajando con el señor hace un tiempo, se le han hecho varias visitas y es consciente que no debe lastimarlos, pero este a su vez manifestó que deben comprenderlo porque a raíz de eso ha tenido pérdidas”, aseveró Marino Zuleta, veterinario de la corporación.
Tras el llamado del hombre campesino, Corpocesar se trasladó hasta el lugar y pudo, mediante fuegos pirotécnicos, ahuyentar al oso; Zuleta indicó que el animal se desplazó en dirección a la frontera colombo-venezolana.
¿A QUÉ SE DEBE EL CONFLICTO ENTRE HUMANOS Y OSOS?
En los últimos años se ha vuelto más común el avistamiento de osos andinos cerca de casas de campesinos y fincas ganaderas. No obstante, aun cuando es más frecuente encontrarlos, este animal se encuentra catalogado como vulnerable, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, UICN, y su presencia en lugares donde antes no se veía, lejos de ser un indicador de que sus poblaciones estén aumentando, lo que realmente significa es que sus hábitats naturales están siendo ocupados.
“Hay un conflicto entre el oso andino y los seres humanos, porque estos últimos utilizan los páramos, hábitat de estos animales, para la explotación ganadera, y cuando el ganado entra a la zona de páramo existe un conflicto porque el oso andino se alimenta de frutas en un 70% y en un 30% de proteínas, y las consigue de la carroña, pero últimamente se ha evidenciado que atacan a animales domésticos como el ganado y los terminan matando. Ya se han encontrado marcas en los huesos de las vacas”, explicó el veterinario Zuleta.
Bajo esa premisa, todo parece indicar que los animales atacan sin razón a las vacas y que las personas simplemente intentan defender lo suyo. Sin embargo, una de las principales causas que desencadena toda esta problemática radica en la invasión de los hábitats.
EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
El experto afirmó que el oso andino está en peligro de extinción, y si el ser humano no toma conciencia y entiende que extender la franja ganadera y agrícola afecta el hábitat de los animales, “tendremos que ver desaparecer a los osos de los ecosistemas”.
“Debemos mirar los beneficios y funciones biológicas que cumplen estas especies de fauna silvestre en beneficio de nosotros, y no pensar en que cada día tenemos que hacer más dinero y que debemos ampliar nuestras actividades económicas destruyendo ecosistemas sin mirar los perjuicios que ocasionamos”, concluyó Zuleta.
Ketty Gutiérrez Maestre/EL PILÓN