Ante el aporte cultural del escritor Pedro Olivella Solano en el municipio de San Diego, la administración de esta localidad exaltó a este personaje en el XIX Festival de Poesía, realizado en pasados días.
“Estoy contento y agradecido con la comunidad y la administración. Lo más importante es que el Festival va a servir como punto de partida para retomar las labores culturales que se organizaban desde la época del Café Literario de Vargas Vila como el Festival de Poesía, el fomento de la lectura; el trabajo cultural que ofrecíamos, donde prestábamos el servicio de biblioteca a los hogares”, manifestó el poeta y abogado de 50 años.
El mensaje que extiende a las nuevas generaciones es que lean libros en todos sus formatos, tanto el libro tradicional como la lectura virtual. Según su criterio “también son válida las publicaciones que se hacen en las redes, donde es cierto que hay ‘basura’, pero también hay cosas muy valiosas que los jóvenes están leyendo”, destacando al mismo tiempo a personas que está trabajando por la cultura en San Diego como el teatrero Luis Mario Jiménez y el escritor Jorge Guerra, un escritor.
“El club de lectura es importante retomarlo teniendo en cuenta que una de las posibilidades de desarrollo de nuestros pueblos y región está en la educación y la cultura. San Diego siempre se ha caracterizado por destacarse cultural y literariamente, entonces es importante para la comunidad y para el desarrollo socioeconómico del pueblo. La poesía la siento como algo sagrado y vital, que hace parte de la vida misma, que le da sentido a la existencia; desde el punto de vista académico puedo decir que es una manifestación espiritual del arte, es una forma de arte con las palabras”, puntualizó.
ACERCA DEL POETA
Olivella Solano es uno de los fundadores del ‘Café Literario Vargas Vila’ y del Festival de la Poesía de San Diego. Su actividad como escritor la inició en El Diario Vallenato (1984-1988), donde publicaba poemas, crónicas, reportajes, artículos y noticias; también publicó en el Diario del Caribe, edición Valledupar (1986-1987). En 1985 ganó el Premio Nacional de Crónicas Espectadores 2000, con un trabajo sobre los indígenas yukpas de la Serranía de Perijá.
Sus escritos han sido publicados en varias revistas de la región como Meridiano Vallenato, Aquí El Cesar, Integración (Aprocoda) y Letras, entre otras. La revista de la Universidad de Antioquia le publicó una crónica sobre el maestro Leandro Díaz, con quien mantuvo una entrañable amistad.
Ha ganado cuatro premios departamentales de Poesía en el Cesar (1988, 1992, 2007 y 2009) y una Beca de Creación con el Ministerio de Cultura (1995). Recibió mención de honor en el Concurso de Cuento Caribe (Santa Marta, 1994) y el Premio de Cuento del Cesar (2014).