En cualquier momento de la vida es normal que usted pierda el deseo sexual, en este caso la mujer va a perder entre el 21 % y el 51 % de este deseo, mientras que el hombre casi nunca va a verse afectado.
El poco deseo sexual o baja en la libido infiere mayormente en las mujeres, incluso viviendo con la pareja con la que lleve una excelente convivencia.
Existen varios factores, estrés, alcohol, cansancio, exceso de peso, que pueden hacer que sienta un decaimiento en su apetito sexual.
El estrés, un enemigo del deseo
La causa del estrés es variada. Problemas económicos, el trabajo, preocupaciones por la salud y familiares, entre otros. Es necesario encontrar una técnica para evacuar este estrés. El deporte, técnicas de relajación, son buenas opciones.
No soy yo eres tú
Otras veces, la falta de deseo se debe a problemas de relación como cuando alguno de los miembros de la pareja no se siente íntimamente vinculado al compañero. Hay personas que tienen graves dificultades para vincularse emocionalmente, la proximidad les asusta y la fusión que supone el acto sexual les da vértigo. Estas personas suelen tener relaciones tormentosas, con grandes broncas y reconciliaciones, sin que exista ninguna lógica, puesto que el vaivén emocional se debe a la necesidad interna de proximidad y alejamiento.
Deje el cigarrillo
El tabaco es vasoconstrictor, lo que significa que estrecha los vasos sanguíneos, dificulta la circulación incluida la de tu zona genital. No lubrica tanto como debería y el deseo de llegar al orgasmo puede decaer drásticamente. Puede pensar que tiene una buena razón para fumarse un cigarrillo pero también, que si fuma, hay razones para tener menos orgasmos.
Los juegos previos, las técnicas y el lugar influyen también en la pérdida de la libido. Usar las mismas posturas siempre y no agregarle algo más al encuentro sexual también son responsables de esta causa. Es importante que como pareja innoven y empiecen a probar cosas que los estimule y los tabúes o restricciones no van ayudar mucho.
Medicamentos
Algunos medicamentos e incluso la píldora anticonceptiva pueden tener esta reacción negativa en la libido de la mujer.
A veces, cosas del pasado que no resolvieron, lo desafían y no generan emociones que afectan el deseo sexual de forma temporal. En estos casos, como en los anteriores, buscar ayuda profesional es clave para salir de esta situación sin dañar su relación y su persona.
Cuando la pareja se lleva bien, un contacto físico cariñoso, como por ejemplo un masaje, puede activar la maquinaria del deseo. Es indudable que esta práctica, en absoluto sexual, permite acercarse y explorar el cuerpo del otro de una forma distinta. También sirve para reconciliarse, en términos físicos, con la pareja. Ese contacto tierno estimula o potencia una forma de sensualidad muy poco conocida y practicada. Sea como sea, es necesario saber que, en cualquier pareja, el deseo sexual tiende a disminuir con el tiempo. Sin embargo, no todo actúan igual ante el deseo; algunas parejas mantienen viva la llama de la pasión durante muchos años mientras que otras la extinguen enseguida. Así pues, quizá lo importante es aprender a estimular el deseo.