‘Vida mía’ y ‘La calentura’ son los nombres de los nuevos sencillos del grupo ‘Son Melao’ del que forma parte la surcesarense Lida Zamira Cortés, participante del proceso de reintegración, quien tuvo la oportunidad de estar en el proyecto ‘Canta Conmigo por la Reintegración’ liderado por la Alta Consejería Presidencial para la Reintegración.
Este proyecto reunió por primera vez a ocho personas desmovilizadas de los grupos armados ilegales y cuatro miembros de las comunidades afectadas por la violencia, para llevar mensajes de paz y reconciliación a través de lo que realmente saben hacer con el corazón: cantar.
Ellos, durante dos meses, realizaron un diplomado, avalado por la Universidad Santiago de Cali, en el que pudieron compartir experiencias con artistas como Fonseca, César López, César Mora, Adriana Botina, Jhonny Rivera, Andrés Cepeda, El Chato, Legatto Vocal, Jaime de la Pava y Maia, quienes se involucraron en el proceso a través de charlas y conferencias sobre la carrera artística, el trabajo de grupo y sus estilos de vida.
La producción de ‘Vida mía’ y ‘La calentura’ fueron posible gracias al cantautor colombiano Fonseca, quien también formó parte de ‘Canta Conmigo’ como padrino del proyecto. De esta forma, Fonseca conoció de cerca el talento de Lida y hace 3 meses decidió apoyarla con los costos de grabación de estos sencillos.
Después de su paso por ‘Canta Conmigo’, Lida formó un grupo musical con sus hermanas, quienes también cantan, que ya cuenta con el reconocimiento de la población del sur del Cesar.
Lida Además, grabó una producción musical en un estudio profesional que fue lanzado en un gran concierto que reunió a más de 7 mil personas en Carmen de Bolívar. Asimismo, este proyecto también la llevó a cantar a países como Inglaterra, España y Suiza, en donde además de mostrar su talento también contó su historia de vida y mostró que si es posible dejar la violencia atrás y trabajar por un mejor país desde la legalidad.
Lida Zamira Cortes a sus 24 años, oriunda del sur del Cesar, no ha tenido una vida fácil. Cuando tenía 19 años formó parte de las filas del Décimo Frente de las Farc. Dos años después, se desmovilizó, aburrida de los maltratos, y por amor a su hijo, quien fue la principal motivación para dejar atrás la violencia.
Desde su ingreso al proceso de reintegración, Lida se reencontró con su familia y tiene una vida tranquila al lado de los suyos.