Idol Colombia fue su objetivo. Se presentó seguro de poder llegar hasta las galas en vivo y efectivamente quedó seleccionado entre los 32 participante que el próximo mes empezarán a presentarse en vivo en el reality que promete un nuevo ídolo para Colombia.
Sin embargo la vida y el destino le darían a una sorpresa a Orlando Liñán, un vallenato de 25 años que hace seis, incursiona en el folclor vallenato de manera activa. Su participación en el famoso reality, llevó a que el director de la nueva novela que contará la vida de Diomedes Díaz, Herney Luna, posara sus ojos en él y considerar la posibilidad de ser el “Cacique” que estaban buscando.
Pesaba en ese entonces 100 kilos y si quería aplicar, tendría que empezar a adelgazar. 20 días después en Valledupar, Orlando se presentaría ante el director y el equipo de producción con ocho kilos menos para realizar el casting que le aseguraría, por lo menos, la representación de Diomedes en su etapa de juventud.
La disciplina, dedicación y esfuerzo dieron como resultado su escogencia para el papel protagónico en la etapa de juventud, sin embargo, querían verlo personificando al Diomedes adulto, y así fue. Al día siguiente Orlando llegaría con botas y correa texanas, camisa colorida y gafas de época sorprendiendo a la producción, quien no dudó en seleccionarlo también para representar a Diomedes en la etapa adulta por reunir las características físicas, culturales, y artísticas necesarias para representarlo literalmente.
Sin embargo la prueba de fuego para este joven sin experiencia en la actuación vendría después al enfrentarse al resto de personajes que actuarán en la novela. Duró semanas estudiando libretos, aprendiéndolos de memoria, interiorizando a su ídolo para poder realizar un buen trabajo en conjunto a actores profesionales y de mucha experiencia en el campo actoral.
El recibimiento colmó todas sus expectativas; los ensayos realizados con sus compañeros de novela le dieron parte de tranquilidad por los buenos comentarios que generó su actuación y por el engranaje profesional que desde el inicio tuvo con ellos. Adriana Ricardo, Angélica Blandón, Ailyn Moreno y Kimberly Reyes, son algunas de las actrices con las que ya ha tenido la oportunidad de ensayar algunas escenas con resultados positivos para la producción.
“Herney Luna quiso ponerme a prueba para ver su podría con todo ese peso y gracias a Dios se pudo. Yo le debo mucho mi papel a él porque se ha convertido en mi guía y juntos hemos llevado al personaje por donde se debe” expresa Orlando.
Aunque aún no se ha empezado a grabar formalmente la novela, durante el marco del 47 Festival de la Leyenda Vallenata la producción decidió realizar varias escenas en las que Orlando, personificando a Diomedes, cantó dos de sus más famosas canciones, escenificando el momento en el que Diomedes sale de la cárcel y realiza un gran concierto para saludar a su fanaticada.
La sorpresa para Orlando se dio cuando la gente que lo recibió, reaccionó ante su presencia de manera sorprendente. Al unísono gritaban “Cacique” “Cacique” mientras otros lloraban y algunos trataban de tocarlo o estar cerca de él. En ese momento Orlando despertó de un sueño en el que insiste no abrir los ojos.
Los cambios físicos también han sido evidentes, continúa adelgazando porque lo ideal es llegar a pesar 80 kilos y todavía le faltan 13, el pelo se lo dejó crecer y ahora no le hace ningún tipo de tratamiento para que pueda parecerse lo mejor posible al del “Cacique”, sus cejas encontradas también fueron separadas y finalmente ya cumple citas donde el odontólogo para ubicar el famoso diamante que orgulloso exhibía Diomedes.
Se ha sentado a conversar con Rafael Santos, con la señora Elvira Maestre, sus hermanos, Patricia Acosta y amigos cercanos como Bolívar Urrutia, Iván Zuleta y Gustavo Cabas, todos hasta el momento le han manifestado su agrado por el trabajo que hasta ahora ha realizado personificando al “Cacique”
Hoy respira a Diomedes en cada uno de sus pasos; estudia la manera como hablaba, sus refranes y sus dichos más populares, practica su forma de caminar, su postura y sus gestos al sentarse y sus versos más famosos, al mismo tiempo que ve entrevistas, conciertos y videos musicales.
Continúa su camino en búsqueda de personificar fielmente a su ídolo, mientras estudia juiciosamente los libretos a la espera de empezar a grabar en el mes de junio en el municipio de San Juan del Cesar, donde se realizarán la mayoría de las escenas de la novela. También canta cada uno de sus más grandes éxitos, tratando de disminuir su gran temor; lograr la aceptación de toda la fanática de uno de los más grandes del folclor vallenato.
Por Antonio Peralta Nieto