Un humilde celador identificado como Ricardo Antonio Barrios Medrano, de 69 años, se quitó la vida al interior de su residencia en el occidente de Valledupar, convirtiéndose en el suicidio número 11 en lo que va corrido de 2012, según cifras del Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
A las 6:30 de la mañana de ayer, Enisida Tatiana Salgado, acababa de salir del baño y se preparaba para hacer el desayuno, cuando encontró a su padrastro Ricardo Antonio Barrios, colgando de un cable de electricidad enrollado en el cuello y que pendía de una de las vigas de la casa.
Enisida, dijo que su padrastro desde hace varios días se veía sumido en un profundo estado depresivo por la pérdida paulatina de varios seres queridos.
“Hace tres años falleció la esposa, mi mamá; hace cuatro meses le mataron un hijo y hace 17 días se le murió la mamá, estas serían situaciones que lo mantenían deprimido y que lo habrían llevado a tomar la fatal decisión”, manifestó la hijastra del anciano, a las afueras de la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses.
A la humilde residencia ubicada en la calle 7A con carrera 38 del barrio Divino Niño de Valledupar, llegaron los investigadores del Cuerpo Técnico de Investigación de la Fiscalía para hacer el levantamiento del cadáver.
Barrios Medrano, trabajaba como vigilante en un parqueadero de buses cerca de la Terminal de Transportes de la capital cesarense. Aunque nació en Repelón- Atlántico, desde hace varios años estaba radicado en Valledupar.