Javier Enrique Alvernia González fue el primer secuestrado de este año y uno de los tres que aún siguen en cautiverio. Es necesario recordar que él padece de diabetes y al momento de su plagio solo llevaba consigo dos dosis de insulina, por lo cual sus padres se encuentran preocupados y ofrecen una recompensa de 50 millones de pesos a quien suministre información seria y confiable sobre el estado de salud de Javier, su paradero o información que permita saber qué ha pasado con su hijo.
“Ese día en presencia nuestra (sus padres), cinco hombres armados y cubiertos con ‘”pasamontañas’ se aparecieron en nuestra finca en la vereda Algarrobo del municipio de Curumaní y se llevaron a Javier Enrique y sin identificarse como pertenecientes a algún grupo armado.
Hoy, ocho meses después de ocurrido el hecho, no sabemos qué ha pasado con Javier y la familia está muy preocupada por la falta de comunicación, por su estado de salud, máxime que él es una persona diabética e insulinodependiente que requiere la aplicación de cuatro dosis diarias de insulina y no sabemos sí sus captores se las estén suministrando”, dio conocer la madre del secuestrado, Cecilia González de Alvernia, a EL PILÓN.
Las autoridades aseguraron que la víctima fue plagiada ese viernes de enero, a las 2:30 de la tarde, por parte de cinco hombres que portaban armas de fuego, el vehículo del secuestrado fue encontrado en una carretera destapada ubicada cerca a la propiedad.
Javier Enrique tiene 41 años, es administrador de Empresas, y por su condición de salud, tuvo que dedicarse a atender la economía familiar, labor en la que se encontraba al momento de su secuestro.
La zona donde se produjo el secuestro limita con Santander y es jurisdicción de la Décima Brigada del Ejército, con sede en Valledupar.
Los familiares solicitan a cualquier persona que pueda ofrecer información que permita conocer el paradero del administrador de empresas, se comunique a los teléfonos 314-8741388 o 300-2214184.