SAN JUAN. Aunque sólo estuvo unas horas en Puerto Rico, el presidente Barack Obama suscitó con su visita de recaudación de fondos un disgusto político que va en aumento en este estado libre asociado.
Los legisladores del partido gobernante en Puerto Rico —el cual pugna por la conversión de la isla en estado pleno de Estados Unidos— dijeron que están resentidos de que Obama sólo viniera a recaudar un millón de dólares.
Obama no ofreció soluciones a las dificultades de la isla como los aumentos de la delincuencia y el desempleo a tasas que sobrepasan las de cualquier estado de Estados Unidos, afirmaron.
La senadora local Melinda Romero, delegada del Partido Demócrata en la isla, dijo que ha exigido una disculpa a Obama y viajará la semana entrante a Estados Unidos para reunirse con líderes puertorriqueños en estados electoralmente cruciales como Florida y Nueva York.
La legisladora asimismo solicitó la devolución del dinero recaudado.
El portavoz de la Casa Blanca, Luis Miranda, hizo referencia a una entrevista reciente de Obama con la cadena hispana Univisión.
En esa ocasión el presidente destacó la realización de una cita económica al término de su visita con el propósito de encontrar formas para reducir el desempleo, aumentar las manufacturas e impulsar el turismo.
“Trabajaremos con el gobierno aquí en Puerto Rico, con las empresas, con los activistas para encontrar un plan integral que dé inicio al avance de la isla”, dijo Obama.
La isla, de cuatro millones de habitantes, afronta un desempleo de 16% y en el 2010 tuvo sus peores cifras por segundo año en cuanto a homicidios con un total de 955.
La ira que suscitó la visita de Obama tiene lugar en momentos en que Puerto Rico busca definir su condición política territorial en definitiva, aspecto en el que Obama se pronunció a favor de una consulta sobre el tema para el año entrante.
La Casa Blanca dijo que la visita oficial de Obama, la primera desde la del presidente John F. Kenendy, siguió a la difusión de un informe federal de fecha reciente sobre la categoría de la isla que incluía recomendaciones para un impulso a la economía local.