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No creen que se haya suicidado

Los docentes y estudiantes del colegio Casd hicieron una ceremonia religiosa en el patio de la institución tras conocer la noticia de la muerte de Carlos Gnecco. EL PILÓN / Judicial.

El martes, a las 6:00 de la tarde, con un lazo en el cuello colgado en un árbol de la finca Morabia en el sector conocido como Puente Pino, cerca de la avenida Mancilla del municipio de Facatativá, Cundinamarca, la Policía encontró por llamado de la comunidad, un cadáver en estado de descomposición con los documentos de identidad de Carlos Guillermo Gnecco Lobera, el profesor reportado como desaparecido desde el pasado 30 de marzo.

Por las características morfológicas y los documentos encontrados, las autoridades dieron aviso a los familiares del docente que era buscado en Valledupar. La primera en recibir la noticia fue María Iguarán, su excompañera sentimental y madre de su hija de 12 años.
“Tenía papeles de la moto que están a nombre mío, por eso me llaman a mí. Solamente dicen que lo encontraron, como un suicidio, pero yo no creo que él se haya ido de Valledupar a suicidarse por allá”, dijo la mujer, ayer, en su residencia del barrio Garupal Tercera Etapa.
María solicitó a las autoridades que al cuerpo, que tenía aproximadamente 25 días de estar en el sitio del macabro hallazgo, le practiquen estudios que permitan esclarecer las causas reales de la muerte.
“Presiento que a él le dieron algo y se lo llevaron tan lejos, porque una persona tan razonable como es él, apegado a su familia, no creo que haya ido tan lejos a matarse”, agregó.
Por último, espera que los investigadores que asumieron el caso no lo cierren con la hipótesis del suicidio.


Profesores dolidos

Ayer, mientras los peritos de Medicina Legal y Ciencias Forenses practicaban la necropsia al profesor Carlos Gnecco Lobera, sus compañeros del magisterio en Valledupar hicieron una ceremonia especial para orar y recordarlo en las instalaciones del colegio Casd, donde trabajó durante los últimos siete años como docente en las áreas ciencias naturales, química y biología.
“Todos estamos dolidos, tuve la oportunidad de trabajar con él durante los últimos tres años y era un excelente docente, nos da mucho dolor que se pierda un docente de las cualidades de Carlos”, manifestó Heber Ruiz Caamaño, rector del Casd.

La desaparición
El 30 de marzo su hija de 12 años habló con él, le comentó que estaba en un banco y que iba a programar una salida con ella, que se alistara; desde entonces lo quedó esperando. Su excompañera sentimental, María Iguarán, trató de contactarlo vía telefónica pero el celular se encontraba apagado.
La última conexión a la aplicación instantánea de mensajería de texto WhatsApp se registró a las 3:40 de ese día. Los familiares se desesperaron, tanto que comenzaron a publicar mensajes en las redes sociales con el fin de encontrarlo, luego instauraron una denuncia con el objetivo de que las autoridades comenzaran la investigación de su paradero.
Diez días después de su desaparición, mientras que sus alumnos de biología del Casd hicieron una manifestación en las afueras de la institución para llamar la atención de los ciudadanos y dar a conocer el hecho que permitiera su hallazgo, la Policía reportó que el profesor, al parecer, lo vieron en la Terminal de Transporte de Valledupar el mismo día de su desaparición.
Las autoridades constataron dicha información en la base de datos de una empresa de viajes donde, según el reporte, el educador habría comprado un tiquete con destino a la capital del país.
“Tenemos antecedentes de la empresa de buses donde él compró su tiquete y viajó por sus propios medios, entonces descartamos cualquier secuestro”, manifestó en ese momento, el subcomandante del Gaula de la Policía del Cesar, teniente Harold Imbachi.

Perfil
Carlos Guillermo Gnecco Lobera, de 44 años, era natural de Fundación, Magdalena, pero radicado en Valledupar donde además de estar vinculado a una institución de educación secundaria se desempeñaba como docente en la Universidad de Santander, Udes, con sede en esta capital. Era un estudioso, antes de su desaparición cursaba una maestría en enseñanza de las ciencias exactas con la Universidad Nacional de Colombia.

Por Redacción Judicial / EL PILÓN

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