Un Juzgado con funciones de control de garantías negó ayer miércoles la solicitud del abogado de la defensa de un agente de la Policía del Cesar, identificado como Gustavo Adolfo Castañeda Aguilar, acusado de haber asesinado al mecánico de motocicletas, Edilmer Becerra Díaz, de 28 años, en hechos registrados el 26 de enero del año 2017 en el municipio de La Jagua de Ibirico, centro del Cesar.
La defensa argumentaba la libertad de su cliente en el vencimiento de términos del proceso investigativo, porque al parecer habían transcurrido más de los días establecidos por la ley, sin que le definieran su situación jurídica.
En los hechos ocurridos en enero pasado, murió un hombre oriundo del municipio de El Tarra, Norte de Santander, pero residenciado desde hacía varios años en la localidad minera. Al parecer, el uniformado, quien se encontraba de guardia esa noche en la subestación policial del poblado, le propinó varios impactos de bala por la espalda, en medio de una discusión, al parecer por asuntos pasionales.
EL PILÓN conoció que el uniformado implicado en el homicidio fue destituido de la institución policial, luego de las investigaciones disciplinarias adelantadas en el interior del organismo.
La decisión del Juzgado fue apelada enseguida en el estrado por el abogado de la defensa técnica, para que su cliente quede en libertad provisional, mientras avanzan las investigaciones sobre este suceso que conmovió a los habitantes de La Jagua de Ibirico, que incluso generó una serie de protestas callejeras para pedir justicia.
Una vez ocurridos los hechos, los altos mandos policiales negaron que el caso estuviera relacionado con asuntos sentimentales con una exnovia de Becerra Díaz, argumentando que eso hacía parte de la investigación.
Según explicó uno de los testigos del hecho y con quien se encontraba Becerra Díaz departiendo en un establecimiento público, un Policía lo había matado con arma de fuego, luego de varias acaloradas discusiones: “Nosotros estábamos tomando en un Estanco ubicado cerca de la Subestación de la Policía y cuando salimos del negocio caminando a comprar comida, salieron tres uniformados, dos de ellos portaban bolillos y otro estaba armado. Al notar el acercamiento hacia nosotros, empezamos a correr; yo me enfrenté a dos de ellos, el otro tiró el fusil y me dijo que nos diéramos puño, a mí me levantaron a bolillo y a mi compañero de parranda le dispararon”, aseguró.
Insistió en que tanto Becerra Díaz como él transitaban tranquilos por el sector, cuando los policías los agredieron. Además, indicó que el homicidio de su compañero podría estar relacionado con asuntos pasionales, toda vez que él tuvo una novia, y ella se enredó con un Policía, con quien horas antes al parecer había terminado la relación.
“Creo que fue por eso, no sé si es, o no sea sí, nosotros no hemos tenido problemas con ellos, mi amigo, una vez fue baleado por la espalda, trató de correr, pero de inmediato se desplomó, quedando con signos vitales, pero su deceso se produjo cuando lo remitieron desde el hospital local a una Clínica en Valledupar.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN