La inexperiencia de un joven soldador le costó la vida cuando arreglaba un tanque de gasolina.
Un joven soldador perdió la vida luego que explotara el tanque de gasolina de una camioneta que estaba roto en momentos en que se disponía a soldar el agujero sin tener las precauciones que se requieren para este trabajo considerado por expertos como peligroso, por los gases que quedan en el tanque, que aunque esté vacío, al tener contacto con el fuego, causa una explosión de grandes magnitudes.
El accidente se registró frente a una vivienda localizada en la transversal 27 con diagonal 20 del barrio ‘Los Fundadores’, en un sector despoblado, donde por fortuna no causó mas estragos, pese a que en los alrededores habían dos curiosos observando cómo Víctor Alfonso Torres Suárez, de 17 años, trabajaba con mucha destreza el equipo de soldadura.
Según explicó su progenitor, Víctor Alfonso Torres Andrade, su hijo se encontraba encima del tanque cuando le arreglaba el hueco y la onda explosiva salió hacia arriba por lo que su hijo fue lanzado por el aire quedando en las ramas de un árbol de Matarratón que está ubicado a unos 30 metros donde estaba trabajando el muchacho.
“Mi hijo quedó todo destrozado, la onda expansiva lo golpeó muy duro en la cara, le causó heridas y trauma craneoencefálico según los médicos. Además le fracturó las dos piernas. Prácticamente mi hijo cuando lo trasladaron hasta la Clínica ‘Laura Daniela’ tenía muerte cerebral, lo galenos fueron francos conmigo y me dijeron que las posibilidades de vida de mi hijo, eran pocas y en efecto: dos horas y media después falleció”, explicó su progenitor.
Le solicitaron el servicio
El joven soldador, trabajaba en un taller ubicado en el sector de ‘El Boliche’ en Valledupar, y propietario del vehículo afectado se trasladó hasta ese lugar a solicitar el servicio a domicilio. “Me cuentan que nadie se le quería medir al servicio y al final mi hijo decidió hacerlo y la mala hora la acompañó; fue a ganarse unos pesitos y encontró la muerte, una muerte muy trágica que nos ha conmovido. Él desde muy pequeño le gustó trabajar la soldadura, razón por la cual abandonó sus estudios, solo cursó hasta quinto de primaria y no quiso estudiar, pese a que le insistía en que por lo menos terminara el bachillerato, para que hiciera un curso de soldadura en el SENA, pero no hubo poder humano para que accediera a los estudios.
Víctor Alfonso, a quien le decían Junior, había nacido en Valledupar el 25 de mayo del año 1997, del hogar formado por Víctor Alfonso Torres Andrade y Bleydis María Suárez, era el menor de 4 hermanos, cursó hasta quinto de primaria en el colegio ‘Francisco Molina Sánchez’ de esta capital. Su cadáver es velado en la carrera 2 número 34-15 del barrio Mayales, al sur oriente de Valledupar.
Por: Abdel Martínez Pérez
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