(EFE).- Un policía herido hace dos días en un atentado murió hoy en la ciudad de Montería y otros ocho salieron ilesos de un ataque con granada en el municipio de Caucasia (noreste), informaron hoy autoridades y medios.
Ambos ataques son atribuidos por responsables de las fuerzas de seguridad a un plan, para asesinar a policías y militares, de grupos armados ilegales, entre los que destaca el Clan del Golfo, surgido tras la desmovilización en 2006 de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC).
El policía Pedro Antonio Torres, de 32 años, falleció en la clínica donde permanecía ingresado desde el jueves, cuando fue víctima de un atentado en el que resultaron heridos también otros dos agentes.
“Desafortunadamente en el día hoy falleció uno de los patrulleros que se encontraba herido y estamos acompañando en este momento a su familia y a todos los policías que rodeaban esta unidad”, declaró a periodistas el director de la Policía Nacional, general Jorge Hernando Nieto, durante una visita a Montería.
El jefe policial señaló que siete uniformados han perdido la vida en los últimos días en ataques perpetrados por el Clan del Golfo, la principal banda criminal de Colombia.
Otros ocho policías que viajaban en un camión resultaron ilesos y apenas con aturdimiento tras ser blanco de una granada lanzada por desconocidos que se movilizaban en una motocicleta por el municipio de Caucasia, en el departamento de Antioquia, según medios locales.
“El explosivo fue lanzado desde una moto de alto cilindraje. Esto es una retaliación del Clan del Golfo a las distintas operaciones que venimos adelantando (desarrollando) contra ellos”, señaló el comandante de la Policía en Antioquia, coronel Wilson Pardo Salazar, en declaraciones recogidas por la cadena Caracol Radio.
La versión periodística indicó que dos de los agentes resultaron afectados levemente.
El ministro de Defensa de Colombia, Luis Carlos Villegas, y la Defensoría del Pueblo han denunciado la existencia de un “plan pistola” de grupos armados ilegales para asesinar a policías y militares en diferentes regiones del país en venganza por las operaciones de la fuerza pública. EFE