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Murió pescador al estallarle la dinamita con la que iba a pescar

Un formador de deporte, quien además se dedicaba a la pesca y a la albañilería, murió al explotarle unos tacos de pólvora que llevaba en la parrilla de su motocicleta, destinados a la pesca. El cuerpo de la víctima de la explosión quedó destrozado en sus extremidades inferiores.

Se trata de James Elías Guerra Ramírez, de 45 años de edad, quien había salido a las 5:00 de la madrugada de ayer sábado de su vivienda, localizada en la Ciudadela 450 años, y a pocos metros de la misma, explotaron los tacos con los cuales iba de faena de pesca.

La onda explosiva además de destruir todo lo que había en la motocicleta, averió los vidrios de los ventanales de las casas vecinas. “Eso fue horrible, se escuchó una explosión muy fuerte, pensábamos que se trataba de un atentado terrorista en el barrio que nos hizo poner en sobresalto en la cama”, explicó uno los vecinos.

Luego que las autoridades acordonaron el área dónde quedaron los restos mortales del pescador, mientras llegaban los funcionarios del Cuerpo Técnico de Investigación, CTI, a realizar la inspección y reconocimiento del cadáver. Cuando los investigadores judiciales iban a realizar el procedimiento, decenas de curiosos que se encontraban en el sector, huyeron despavoridos por temor a que hubiese explotado otro taco de pólvora. Así mismo, el CTI, solicitó el apoyo del personal antiexplosivo de la Policía Nacional, para que adelantaran las investigaciones preventivas sobre la posibilidad de otros explosivos en la motocicleta.

El subcomandante de la Policía Cesar, coronel Mauricio Bonilla descartó que la víctima perteneciera a algún grupo delincuencial, precisó que era una persona que se dedicaba a la pesca.

Jame Daza Navarro, hijastro del occiso, explicó que no sabe realmente qué pudo haber explotado en la motocicleta, pero admitió que él salía de pesca y, al parecer, lo hacía con explosivos en varios ríos de esta zona.

“Yo estaba durmiendo y me despertaron con esa nefasta noticia, me dijeron que mi padrastro se había matado; salí a ver lo sucedido y para mí eso fue impresionante. En la parrilla de su motocicleta llevaba una cava de icopor con hielo, unos cuchillos y otros elementos de pesca, lo que no entiendo es lo de la explosión. Él vivía en mi casa con mi mamá, una hermana con su hija y yo. Aquí en el barrio mi padrastro era una persona muy reconocida, era una gran persona, respetuosa y vivía siempre pendiente de nosotros”, recordó.

Categories: Judicial
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