Un enfermero oriundo de Valledupar, quien además se desempeñaba como conductor de una ambulancia de la empresa Amedi con sede en Sincelejo, Sucre, perdió la vida en un accidente de tránsito al colisionar de frente contra una tractomula, en cuyo percance sobrevivieron un médico, una enfermera y el mismo paciente que trasladaban a una clínica de Barranquilla.
En el siniestro vial registrado en la mañana de ayer sábado, a la altura del kilómetro 56, en inmediaciones al municipio de Calamar, Atlántico, pereció el paramédico Guillermo Vergara Otero. El deceso se produjo cuando recibía atención médica para reanimarlo en una clínica, tras haber quedado con signos vitales. El enfermero sufrió un trauma severo en la cabeza, contusiones, politraumatismos y laceraciones en varias partes del cuerpo, como consecuencia del violento impacto, fue auxiliado y estabilizado en el lugar del percance y trasladado en otra ambulancia, junto con los demás ocupantes, hacia centros asistenciales de los municipios de Palmar de Varela y Santo Tomás, Atlántico.
Las primeras hipótesis entregadas por las autoridades de tránsito en el departamento costeño, señalan que al parecer hubo invasión de carril y exceso de velocidad del conductor de la ambulancia, cuando trasladaban a un paciente entre Sincelejo y Barranquilla. Tras ser valorados, los tres pacientes que sobrevivieron fueron remitidos a centros asistenciales de Barranquilla, donde reciben atención médica especializada y su estado de salud evoluciona satisfactoriamente. Los nombres de los sobrevivientes no fueron revelados por las autoridades, pero se precisó que son oriundos del departamento de Sucre.
Los vehículos involucrados en el accidente vial son la ambulancia de la empresa privada Amedi, solo identificado con los números de placas 298 y el tracto camión de placas UPN- 720, afiliada a la empresa de cargas Coltanques, cuyo conductor resultó con leves contusiones. Los dos vehículos colisionaron de frente del lado derecho, resultando más afectada la ambulancia.
Vergara Otero, soltero y nacido en Valledupar, laboraba en Sincelejo. Parte de su familia reside en la Ciudadela 450 Años de la capital cesarense.
Al cierre de esta edición, los familiares del hoy occiso realizaban los trámites y diligencias para reclamar el cadáver en la morgue de medicina legal, para ser trasladado hasta Valledupar y darle sepultura en medio del dolor que los embarga.
Por Abdel Martínez Pérez /EL PILÓN