El estado de embriaguez y el cansancio, serían las causas del accidente de tránsito en que perdió la vida el agricultor, Adolfo Enrique Arias Arrieta, de 37 años, luego que perder el control de la moto en que viajaba y chocar contra una de las barandas.
Según las autoridades, al parecer, el cuerpo de Adolfo salió disparado hacia el cauce del río donde lo esperó una gigantesca roca, causándole traumas severos en el cráneo y en otras partes del cuerpo.
El percance se registró en la madrugada de ayer martes, cuando Arias Arrieta, quien según indicaron algunos familiares, llevaba varios días de ingesta de licor.
El agricultor, quien vivía en el asentamiento indígena Ramalito, había salido desde el domingo anterior hacia el corregimiento de Atánquez.
Al parecer el lunes cuando regresaba, el sueño, acompañado del desequilibrio en su cuerpo, lo habría vencido y como consecuencia se produjo el accidente.
Varias personas que se desplazaban por ese sector en la madrugada, observaron la motocicleta sobre el puente, pero pensaban que se trataba de otra situación, más no que se trataba de un accidente y continuaban su recorrido.
Solo en las primeras horas de la mañana del martes, cuando llegaba la claridad del día, unos campesinos avistaron a una persona en el fondo del puente y llamaron a las autoridades, pero cuando estas llegaron, Adolfo Arias ya no tenía signos vitales. Sin embargo, el cuerpo fue trasladado hasta el hospital 'Rosario Pumarejo de López', donde los médicos confirmaron su fallecimiento.
“Si a alguien se le da por mirar hacia abajo del puente, de pronto se había salvado, porque hubiera dado parte de inmediato a las autoridades cercanas”, decían en medio del llanto, sus padres en la parte externa de la morgue de Medicina Legal de Valledupar, hasta donde fue trasladado el cadáver.