Una niña de trece meses de nacida, que se había quemado el 50 por ciento de su cuerpo con agua de eucalipto hirviendo, que iba a ser utilizada como vaporizante para la gripa, pereció en el Hospital Rosario Pumarejo de López de Valledupar, tras sobrevenirle un paro respiratorio.
Pese a los ingentes esfuerzos de los médicos especialistas para reanimar a la bebé, identificada como Keren Mildreth Ospino Ariño, a raíz de las quemaduras se produjo su deceso ayer.
El accidente doméstico se registró a las 9:00 de la mañana del pasado domingo, en el sector 6 del corregimiento de Boquerón, en jurisdicción del municipio de La Jagua de Ibirico, Cesar, luego de que su progenitora bajó la olla del fogón y la puso en una mesa de la cocina.
La niña, según explicó la abuela materna, Nidia Ospino, se encontraba acostada con su mamá en la cama junto a dos hermanas más, y como estaba comenzando a caminar se dirigió hacia la olla hirviendo, la cual alcanzó con una de sus manos y esta se le vino encima.
Sufrió las quemaduras en la cara, las manos, parte del cuello, el abdomen y las extremidades inferiores, por lo que fue necesario trasladarla al Hospital Jorge Isaac Rincón Torres, donde recibió la atención médica primaria y ante la complejidad de las quemaduras fue remitida a la capital del Cesar.
El cadáver fue reclamado por sus familiares la tarde de ayer, martes, en las instalaciones de Medicina Legal y Ciencias Forenses. El sepelio se cumplirá este miércoles en el cementerio de La Jagua de Ibirico.
Por Abdel Martínez Pérez/ el piILÓN
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