Juan Camilo Ávila Ospino, de 21 años, falleció en el Establecimiento Penitenciario y Carcelario de Alta y Mediana Seguridad de Valledupar, ‘La Tramacúa’, el pasado viernes 2 de febrero, en un incidente que ha generado controversia entre sus familiares y las autoridades penitenciarias. Aunque las autoridades informaron inicialmente que se trató de un aparente suicidio, la madre de la víctima sostiene que fue asesinado y planea presentar una denuncia al respecto.
“Los del Inpec lo mataron, lo ahorcaron, lo golpearon y lo tiraron como un perro. Tenemos evidencias suficientes para asegurar que esa gente me lo mató y hoy quieren vender una mentira. Eso no se hace”, dijo a EL PILÓN Lorena Ospino Narváez, madre de la víctima quien aseguró que su hijo nunca tuvo enemigos ni problemas con nadie en la prisión.
¿QUÉ PASÓ?
Los hechos que precedieron a la muerte de Juan Camilo incluyen una discusión con otro recluso en una celda y un altercado con otro convicto. Posteriormente, fue trasladado al área de los locutorios como medida disciplinaria, donde fue encontrado sin vida.
La madre del fallecido cuestionó la versión oficial y acusó a un guardia de estar involucrado en la muerte de su hijo, alegando que este lo agredió por hablar con su mujer a escondidas por teléfono. Exigen justicia a las autoridades competentes.
La familia enfrenta dificultades para cubrir los gastos fúnebres, y aunque la administración municipal les proporcionó una fosa, el cuerpo de Juan Camilo aún no ha sido sepultado.
El joven estaba privado de la libertad por el delito de tentativa de feminicidio, desde hace dos años y tres meses, de los cuales dos estuvo en la cárcel Permanente, un mes en la Judicial y desde el pasado 7 de diciembre permanecía en ‘La Tramacúa’.