Un hurto millonario fue perpetrado el domingo anterior en una residencia del barrio Novalito de Valledupar, de donde desconocidos se llevaron objetos avaluados en más de 40 millones de pesos.
El hecho ocurrió en la propiedad del columnista de este diario, José Manuel Aponte Martínez, quien es la nueva víctima de la ola de inseguridad que azota a la capital del Cesar. En esta oportunidad su inmueble, ubicado en el tercer piso del edificio Marymar, fue blanco de los delincuentes que literalmente lo saquearon llevándose, según el afectado, relojes, celulares, computadores, joyas, ropa y otros objetos de valor.
“Se llevaron una bandeja de plata que nos costó siete millones de pesos y otros objetos que conservamos por más de 50 años, estamos a merced de la delincuencia”, lamentó José Manuel Aponte.
La acción fue perpetrada entre las dos y las cuatro de la tarde del domingo, hora en que la residencia permaneció sola, lo que fue aprovechado por los ladrones para cometer el robo.
“Ellos aprovecharon que fuimos a dar un pésame, encontramos la puerta principal violentada, me imagino que con una ‘pata’e cabra’, a esa hora no estaba el vigilante, me dicen los vecinos que el timbre de la casa sonó insistentemente, pero nadie sospechó nada, la casa la voltearon por completo, es una lástima que se hayan robado muchas cosas que habíamos conseguido y conservado con mucho sacrificio”, lamentó.
El afectado también hizo un llamado a las autoridades para que ejerzan mayor control y hacerle frente a la inseguridad que vive la ciudad. “Nosotros estamos en manos de la delincuencia, hace pocos días se robaron un vehículo de una funeraria, ya en ninguna parte hay seguridad”, puntualizó el afectado.
EL PILÓN conoció que no solo este hecho ha ocurrido en el sector de Novalito, al norte de Valledupar. En esa misma zona hace poco más de un mes también asaltaron el apartamento del secretario de Tránsito Municipal, Oscar Tom Socarrás, y se conoce que otras residencias del sector también han sido víctimas de la banda de delincuentes que delinquen en dicho barrio. Incluso, el sábado anterior luego del juego de Copa América, entre Brasil y Paraguay, una caravana de motos que supuestamente celebraba el resultado deportivo, se paseó por la zona (calle 12 con carrera 7 y 8), y los últimos motorizados llevaban los rostros tapados, apuntaron con un revolver a unas personas que estaban sentadas en la puerta de una casa y los despojaron de sus pertenencias.
Por Redacción Judicial / EL PILÓN