En Chile:
SANTIAGO DE CHILE. AP. Decenas de miles de estudiantes volvieron a protestar contra el gobierno y marcharon en esta capital y ciudades del interior para demandar cambios en la educación del país, aunque al final de la manifestación en Santiago algunos encapuchados protagonizaron disturbios que la policía reprimió.
La dirigente Camila Vallejos, presidenta de los estudiantes de la Universidad de Chile, estimó que “unas 100 (mil) a 120.000 personas (participaron en la protesta), lo cual no es menor. Reafirma el nivel de convocatoria que tenemos y que la gente nos sigue apoyando. El gobierno es que no es capaz de ceder.
Según la policía en esta capital, marcharon 60.000 personas.
Cuando la masiva marcha estaba por concluir, dirigentes estudiantiles lograron aplacar a algunos grupos que quisieron levantar barricadas, pero – posteriormente- otros fueron reprimidos por la policía cuando intentaron incursionar en el centro capitalino, una zona a la que las autoridades vedaron el acceso de la marcha.
Los pequeños pero violentos grupos volcaron e incendiaron un automóvil antes de que la policía los reprimiera. Hubo intentos de saqueos por parte de encapuchados que destrozaron ventanales de edificios.
El ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, no se refirió a la multitudinaria marcha pero sí a los disturbios. “Ha llegado el momento de que ellos (los convocantes a las manifestaciones) reflexionen hasta qué punto las marchas están siendo dañinas para nuestra convivencia social y hasta qué punto ellos están convocando a marchas que no controlan”, expresó.
Una cantidad indeterminada de manifestantes fueron detenidos.
La policía hizo un gran despliegue de efectivos y de carros lanza-agua, los que fueron usados profusamente junto con los gases lacrimógenos.
Desde hace dos meses estudiantes de la enseñanza media y universitaria han venido protestando y efectuado multitudinarias marchas. Una gran cantidad de universidades y colegios se encuentran paralizados y ocupados por sus alumnos.
La jornada de protesta y paro nacional estudiantil fue convocada por líderes universitarios y secundarios, así como por el Colegio de Profesores, que contó con la adhesión de otros gremios para exigir que el gobierno acoja sus demandas de cambios, especialmente terminar con la dependencia municipal de los colegios secundarios y el lucro en la enseñanza.
El presidente del Colegio de Profesores, Jaime Gajardo, respaldó una idea planteada por los estudiantes, de promover “un debate nacional que encauce este proceso y que sea el ciudadano, la gente, la que determine con que proyecto educativo se quiere quedar”.
La protesta estuvo precedida de “cacerolazos” la noche del lunes y por barricadas en diversos puntos de la ciudad temprano este martes. La Intendenta (gobernador) regional, Cecilia Pérez, dijo que en esos incidentes la policía detuvo a nueve menores.
Los estudiantes rechazaron la semana pasada una propuesta de 21 puntos planteada por el gobierno en respuesta a sus demandas por considerarla insuficiente y por no modificar el modelo educacional.
El miércoles vence el plazo otorgado por los estudiantes y profesores para que el ministro de Educación, Felipe Bulnes, les entregue una nueva propuesta. Bulnes ha rechazado el ultimátum y ha señalado que los cambios que el gobierno está dispuesto a efectuar se reflejarán en proyectos de ley que presentará al Congreso.
También en ciudades del interior se registraron masivas marchas callejeras.
Como en anteriores masivas protestas callejeras los estudiantes desplegaron bailes, cánticos y disfraces.
En la marcha participaron también organizaciones gremiales que adhieren a cambios en la educación.
Una encuesta telefónica el fin de semana a nivel nacional efectuada por un centro de estudios, una universidad privada y la radio Cooperativa reflejó que el 69,9% de los consultados es partidario de la eliminación de la municipalización de los colegios secundarios y el 85,6% aboga por el término del lucro.
Los dirigentes llamaron también a repetir por la noche los golpes de cacerolas contra el gobierno.
Los colegios estatales dejaron de estar bajo tutela del ministerio de Educación y pasaron a las municipalidades, lo cual ha provocado que aquellos en barrios de menos ingresos ofrezcan servicios de menor calidad que los situados en zonas adineradas. La otra causa de la inconformidad estudiantil es que las instituciones privadas perciben recursos estatales para funcionar, pero aun así obtienen utilidades en su función educativa.