SANA (AP) —
Unos 3.000 estudiantes protestaron el domingo en la Universidad de Saná, la capital de Yemen, en demanda de que dimita el presidente Alí Abdulá Salé, un aliado clave de Estados Unidos en la lucha contra los terroristas de al-Qaida y quien ha gobernado el país durante 32 años.
El domingo fue el undécimo día consecutivo de manifestaciones antigubernamentales en Yemen. El sábado, la Policía antidisturbios disparó contra manifestantes que efectuaban una marcha, con resultado de un muerto y cinco heridos. Siete personas han muerto desde el inicio de la agitación política en el país.
Inspirados en las revueltas populares en Egipto y Túnez, los manifestantes pretenden la salida del presidente Salé.
El acosado presidente buscó el domingo una salida a la crisis política en su empobrecida nación árabe, ofreciendo supervisar un diálogo entre su partido y la oposición para desactivar el actual enfrentamiento con los manifestantes que exigen su destitución.
“El diálogo es el mejor medio, no el sabotaje o el bloqueo de carreteras”, dijo Salé en una conferencia de prensa. “Estoy dispuesto a sentarme en la mesa de negociaciones y cumplir con sus demandas si son legítimas”, dijo el líder yemení, quien denunció la presunta presencia de “infiltrados” que, dijo, buscan dividir a los yemeníes y sabotear al país.
Los estudiantes, en su marcha, coreaban lemas antigubernamentales y portaban carteles que decían “fuera Alí por el bien de las futuras generaciones”.
Policías antidisturbios observaron la marcha pero no intervinieron. Simpatizantes del gobierno han atacado a menudo anteriores protestas, en acciones que han suscitado disturbios.
Además de una población descontenta, Salé enfrenta la amenaza de los milicianos de al-Qaida que tratan de derrocarlo, un movimiento secesionista en el sur del país y una esporádica rebelión armada en el norte.
Para tratar de sofocar las nuevos brotes de disidencia, Salé se comprometió a cumplir con algunas de las demandas de los manifestantes y se ha acercado a los jefes tribales, que son una base importante de apoyo para él.
Sin embargo, un jefe influyente de la propia tribu de Salé ha criticado sus políticas y ha amenazado con unirse a los manifestantes, en un aparente intento de presionar al asediado líder del país más pobre del mundo árabe.
Por ahora, la mayoría de los manifestantes son estudiantes, profesionales con estudios y activistas que utilizan redes sociales como Facebook y Twitter para convocar a la gente a protestar en las calles.