El quedarse dormido varios segundos cuando se conduce un vehículo es una de las causas más comunes de accidente de tránsito en carreteras del Cesar, donde en las dos últimas semanas ocurrieron cinco casos.
Según la Policía de Tránsito y Transportes estos accidentes son atribuidos a los llamados microsueños, que ocasionaron la muerte de seis personas y siete más heridas.
Uno de los accidentes fatales registrados en este departamento, dejó como víctima al ganadero Camilo Villarreal Galvis, de 90 años, quien el pasado 10 de julio se salió de la carretera en la camioneta en la que se movilizaba como copiloto, colisionando de frente contra un árbol, a la altura del kilómetro 100 de la vía San Roque – La Paz.
En el hecho resultó gravemente herido el chofer, identificado como Ariel Mejía Otero y según la Policía un microsueño y exceso de velocidad serían las causas del accidente.
El 12 de julio, dos días después, dos hombres que se movilizaban en una motocicleta chocaron una vaca, uno de ellos murió y sufrió fracturas en varias de sus extremidades. Se trata de Alexander Javier Valbuena Morales, de 34 años, accidente que tuvo lugar en el kilómetro 55 más 200 metros de la vía que de San Roque conduce a La Paz.
Otro caso atribuido por las autoridades al microsueño, ocurrió el 16 de julio, en el kilómetro nueve vía que de Bucaramanga conduce hacia San Alberto, sur del Cesar. Allí no hubo víctimas fatales, pero resultó gravemente herido con fracturas en las piernas, Javier Benítez Atehortúa de 35 años, chofer del furgón de placas SXB 414 que colisionó contra un árbol de la zona.
El 17 de julio, en el kilómetro 128 de la vía San Roque – La Paz, en inmediaciones del municipio de San Diego, murió el sargento viceprimero del Ejército, Héctor Albornoz Brand, de 42 años, quien viajaba de copiloto en un camión tipo furgón de servicio oficial perteneciente a la institución armada, que se salió de la vía y chocó violentamente contra un árbol.
El suboficial oriundo del municipio de Condoto, Chocó, murió de forma inmediata y quedó aprisionado entre las latas retorcidas de la cabina.
A este caso la Policía de Tránsito y Transporte del Cesar atribuyó un posible microsueño y exceso de velocidad por parte del conductor del vehículo, el soldado profesional Henry Tapias Retamoza, de 30 años.
En el vehículo iban otros militares identificados como Dayron Guerra Manco, de 20 años y Davinson Mendoza Hernández, de 22 años, ambos son oriundos de Carepa, Antioquia.
Al mediodía del sábado 18 de julio en la vía San Roque – La Paz, en el kilómetro 84 cerca del corregimiento de Casacará, se produjo otro accidente fatal en el que fallecieron tres personas tras el choque de un automóvil transportador de gasolina de contrabando y una motocicleta.
En el lugar de los hechos murieron de forma instantánea y quemados por las llamas, Derwin Giraldo Avendaño, conductor del vehículo y el motociclista José Pérez Mercado. Horas después y mientras era atendido por médicos en Valledupar, falleció Deimer Rafael Tapias González, de 19 años, producto de las quemaduras en el 70 % del cuerpo.
Según testigos, el Mazda 626 de placas BEV-753 transportador de combustible, al parecer, se le estalló una de las llantas delanteras e invadió el carril contrario.
Causas del microsueño
Según los científicos, en el cerebro hay unas células llamadas ‘astrocitos’, las que liberan ‘adenosina’, un químico conocido por provocar sueño.
Los expertos aseguran que después de almuerzo, entre las 2:00 y las 5:00 de la tarde y entre las 2:00 y las 6:00 de la madrugada, son los dos periodos del día en que la gran mayoría de personas presentan más sueño.
De acuerdo con las advertencias de la Dirección de Tránsito y Transportes, es fundamental que los conductores descansen lo suficiente antes de manejar, y si van a conducir por largos periodos de tiempo, deben programar descansos cada dos horas o 160 kilómetros de recorrido.
Indicios de microsueño en los conductores:
* Cuando pestañan más seguido y más despacio.
* Cabeceo, es difícil mantener la cabeza erguida.
* Visibilidad borrosa: No hay foco con claridad, es decir, la vista se torna borrosa y los ojos se cierran por varios segundos involuntariamente.
Redacción Judicial / EL PILÓN