La Real Academia Española define la memoria como la facultad psíquica por medio de la cual se retiene y recuerda el pasado, mientras una rama de la filosofía describe que se trata de una de las “potencias” del alma. Desde la Comisión para el Esclarecimiento de Verdad, la Convivencia y la no Repetición es un derecho.
Por ello, en el Informe Final sobre los hechos del conflicto armado y social colombiano, recomienda “garantizar el derecho a una memoria plural que reconozca las atrocidades del pasado, que contribuya a superar el dolor y el trauma y que haga frente a dinámicas de estigmatización, deshumanización y negacionismo que se estructuran como factores de persistencia”.
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MEMORIA Y LOS MEDIOS
Pero se trata de una “memoria que proteja el derecho de toda la sociedad a saber lo ocurrido en el marco de la confrontación armada”, puntualiza el órgano estatal de paz. Es posible afirmar que en esta recomendación tiene que ver la prensa local, nacional e incluso los medios de comunicación a nivel internacional.
Por ejemplo, desde el 22 de julio el diario EL PILÓN ha venido haciendo un recuento de las 127 ejecuciones extrajudiciales ocurridas entre 2002 y 2005 a manos de militares del Batallón de Artillería Nº 2 La Popa.
La primera historia se titula ‘Joaquín Contreras, el rostro de la barbarie en los campos de Pueblo Bello’, y la más reciente ‘Rafael Puerta, Ronald Blanquicet y Cristian Bustamante, los jóvenes que mataron a sangre fría en Valledupar’.
Es importante resaltar que desde la citada fecha se publica una historia cada día en el periódico impreso y en la página web. También se han narrado los contextos de los militares comparecientes.
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POLÍTICA DE MEMORIA
Otra de las recomendaciones en esta materia es “avanzar en una política de memoria para la no repetición, construida de manera ampliamente participativa, que garantice la preservación, financiación y construcción de lugares de memoria”.
Y es que “la verdad es la cuna de la paz que necesita Colombia”, dijo la activista social y hoy embajadora de Colombia ante la ONU, Leonor Zalabata.