Luego de una acalorada discusión y agresión física, Juan Vicente Hernández asesinó de un disparo de escopeta a su compañera sentimental, María Ramírez Bayona, y al verla tendida en el suelo en medio de un manto de sangre decidió suicidarse con la misma arma.
El caso ocurrió la madrugada de ayer, en el sector de Puente Nariño, área metropolitana de Bucaramanga, Santander, donde la pareja se había radicado hace más de dos años.
Habitantes de la zona manifestaron a las autoridades que escucharon unos disparos en la madrugada, pero fue hasta las primeras horas de la mañana que, al observar los cadáveres, dieron aviso a la Policía.
Una patrulla del cuadrante de la zona norte de la capital de Santander, alertado por lo sucedido, verificó la información suministrada por los vecinos, y encontró los dos cadáveres en el interior de una vivienda localizada con el número 78; a María Ramírez Bayona, con una herida en la región temporal izquierda y a su lado encontraron a una niña de siete años durmiendo, su hija. Luego de un proceso de verificación e identificación de testigos del suceso, las autoridades hallaron a unos 500 metros, en una zona enmontada, el cuerpo sin vida de Juan Vicente Hernández, quien según las primeras pesquisas cometió el homicidio de María Ramírez.
Según el coronel Diego Alberto Gómez Guarín, subcomandante de la Policía Metropolitana de Bucaramanga, con el análisis de la escena del crimen manejan la hipótesis en el sentido de que Juan Vicente Hernández habría matado con tiro de escopeta a su compañera sentimental y luego se suicidó, versión que toma fuerza con una testigo clave, la hija de la víctima.
Luego de despertar y en medio de su conmoción, la niña explicó a las autoridades que la persona que mató a su mamá era su padrastro, quien hace poco convivía con ella, por cuanto su padre biológico falleció hace tres años en el municipio de San Martín, sur del Cesar.
Por Abdel Martínez Pérez