“Ella no quería seguir viviendo con él porque la maltrataba física y verbalmente, por eso piensa que tomó la determinación de matarla y luego se quitó la vida él. Ellos duraron un año y medio viviendo, él le duplicaba la edad a mi hija, quien tenía 15 años y se la llevó de mi casa a los 13 años, pero el día que atentó contra su vida tenían tres meses que mi hija lo había dejado por una golpiza que le dio. Ellos vivían en Bucaramanga y se le vino para San Alberto, Cesar”.
Así lo relató en medio del llanto la mañana de ayer martes en Valledupar, Doralba Carrasquilla Montoya, progenitora de Yesly Marcela Carrasquilla, a quien su excompañero sentimental, Alí Jovanny Ríos Hernández, de 29 años la había baleado y dejada por muerta en el barrio Villa Fanny de San Alberto, el sábado último, y luego de suicidó.
Explicó que su hija no le había confesado que el marido la maltrataba por temor a que lo fuera a poner preso, pero la vez que ella se le voló de la casa dejándola en prendas íntimas, fue que me comentó lo que estaba sucediendo.
Dijo que pese a que lo había denunciado ante la Fiscalía para que no se acercara a ella, él estaba empecinado en seguir viviendo con ella, desacatando la orden judicial. “El día que él le disparó, ellos desayunaron, entraron a la pieza y comenzó a hacerle tiros”.