Nadie vio ni escuchó nada directamente. Pero sospechan que todo fue planeado por la manera como encontraron la escena del crimen: una vía del corregimiento de Los Venados donde estaba el cuerpo sin vida de Josué Enrique Martínez Castillo, de 42 años, asesinado con arma de fuego.
El hombre, tirado boca abajo, se hallaba a unos cuantos pasos de la motocicleta en la que se desplazaba. Las primeras versiones, entregada por los allegados, indican que aparentemente en el camino se topó con una barricada puesta por el asesino.
“Venía de la finca del padrastro para el pueblo porque hacía unas horas extras en otros predios y al parecer le atravesaron algo en frente y lo pararon”, manifestó una líder comunitaria del corregimiento.
Martínez Castillo, apodado como ‘Yoyo’, habría caminado en busca de ayuda, pero a los pocos minutos se desplomó por la lesión ocasionada a un costado del abdomen.
La mañana del miércoles, su cuerpo fue encontrado en un sector conocido como ‘Las parcelas’ por los habitantes de la zona, quienes inicialmente pensaron que se trataba de un accidente de tránsito.
Ellos dieron aviso a los familiares de la víctima, los cuales se dedican a las labores del campo en el área rural.
Al poco tiempo también llegaron las autoridades con los peritos de criminalística para inspeccionar el cadáver y trasladarlo a la morgue de Valledupar.
Aunque entre las especulaciones de la población estaba la sospecha de que se tratara de un robo, Leomar López, tenía consigo el maletín que llevaba. Además, tenía intacta su vestimenta con sudadera color azul oscuro, chancletas, gorra y camisa color blanco.
Con el crimen de Josué Martínez ascienden a 87 las muertes violentas por arma de fuego, arma blanca y elemento contundente registradas en lo corrido del año en la capital del Cesar.