Tras debatirse durante varias horas entre la vida y la muerte en el hospital ‘Rosario de Pumarejo de López’ de Valledupar, falleció el carnicero Gil Esteban Aroca Vergara, de 50 años, a quien asaltantes atacaron a tiros porque no se dejó robar.
La víctima era arquitecto de profesión, pero durante los dos últimos años se dedicó al expendió de carnes en un local ubicado en la carrera 36 con calle 18 Bis del barrio La Victoria, al suroccidente de Valledupar. Allí el pasado miércoles a las 11:45 de la mañana, fue baleado por asaltantes que ingresaron al establecimiento de razón social ‘El Cacha número dos’
“Estábamos haciendo el aseo, ya íbamos a cerrar el negocio cuando llegaron los tipos, aunque él (Gil Aroca) sacó el revólver que llevaba en la pretina, no alcanzó a disparar, los tipos dispararon primero y huyeron”, relató Andry Nieto, compañera sentimental de la víctima.
Gil Esteban Aroca Vergara, mal herido fue trasladado al hospital ‘Rosario Pumarejo de López’, donde durante varias horas fue atendido por los especialistas, pero a las 9:30 de la noche del mismo día los galenos informaron sobre su deceso por los impactos de bala que recibió en el brazo derecho y pecho.
Ante el inesperado hecho, los asaltantes no alcanzaron a llevarse el dinero del local, y cuando emprendían la huida uno de ellos fue capturado por la Policía. Aunque las autoridades no revelaron la identidad del capturado los familiares de la víctima esperan que el presunto delincuente hoy sea presentado ante un juez de control de garantías para ser judicializado por los delitos de homicidio, tentativa de hurto y porte ilegal de armas.
Ayer los familiares en medio de desgarradoras escenas de llanto reclamaron el cadáver de su ser querido en la morgue de Medicina Legal y Ciencias Forenses, donde pidieron a las autoridades que sobre los responsables del crimen recaiga todo el peso de la ley.
Semana sangrienta
El pasado martes, el comerciante y promotor de rifas Justo Pastor Montero Lara, fue asesinado por sicarios en la diagonal 18B con transversal 30 del barrio Sabanas de Valledupar. La Policía investiga si el crimen tiene relación con un lío pasional, ya que al parecer la víctima sostenía una relación con la compañera sentimental de un integrante de bandas criminales.
Al día siguiente, Rosa Isabel Mosquera Quiroga, de 66 años, viajaba en un bus afiliado a la empresa Cootragua- línea Flamingo, con placas UGD-262, y en inmediaciones del corregimiento Caracolí, jurisdicción de Valledupar, uno de los ocupantes del vehículo de servicio intermunicipal se levantó de su puesto y le propinó un tiro en la cabeza a la anciana que murió de forma inmediata. El sicario intimidó a los ocupantes del bus y se dio a la huida, aún no ha sido capturado.