La serenidad y seguridad que irradió en tarima María Sara Vega Barros no fueron los únicos aspectos por los que triunfó como reina del vallenato 2022, sino también por una ardua preparación que comenzó desde muy niña.
Su primera aparición en el Festival Vallenato la hizo en el 2017 en el aniversario número 50 cuando se celebraba la cuarta versión Rey de Reyes. Tenía 14 años de edad y se animó a competir tras un largo periodo de preparación.
Llegó siendo reina infantil del Festival de Urumita, la tierra donde nació y de la que se siente orgullosa por ser cuna de grandes artistas como Silvestre Dangond, Churo Díaz y Fabián Corrales, entre otros.
En ese entonces en una entrevista concedida a EL PILÓN mostró su interés en ser la primera acordeonera de Urumita y dejar un semillero de esta región en el folclor.
Un sueño que cinco años después cumplió al convertirse en la cuarta reina del vallenato la noche del reciente sábado.
Su talento lo demostró con el paseo ‘El gallo y el pollo’ de la autoría de Emiliano Zuleta Baquero, el merengue ‘El compadre Tomás’ de Rafael Escalona, el son ‘Palomita’ de Abel Antonio Villa, y la puya ‘Aquí gana es la que toca’, de su autoría.
“Yo sé que fue la fuerza de Dios y de mi papá que desde el cielo me ha acompañado en este proceso. El año pasado quedé de tercera y este año me presenté muy bien y bueno logramos el objetivo”, manifestó.
Aunque al inicio en sus participaciones no consiguió los resultados esperados, siguió insistiendo motivada por la fe.
Por eso, desde el pasado 15 de febrero inició su preparación con su equipo de trabajo Iván Becerra e Iván Romero para participar en el festival.
Los resultados se vieron reflejados tras vencer a la vallenata Wendy Corzo y a la cordobés Sara Arango.
Los encargados de calificarlas fueron María Inés Cabas, Sandra Daza, Sandra Arregocés, Adriana Ariza y Enrique ‘el Mono’ Cotes.
Vega Barros se siente apoyada por muchos artistas que admira entre ellos Silvestre Dangond.
“Creo que siempre ha apoyado el talento urumitero desde los semilleros hasta los posesionados y es una persona maravillosa al que le debo mucho por creer en mí”, puntualizó la joven de 20 años, quien también es estudiante de Derecho en la Universidad Popular del Cesar, UPC.
Por Marllelys Salinas / EL PILÓN