Un accidente de trabajo dejó a un joven de 18 años sin sus extremidades superiores.
El hecho ocurrió a eso de las 9:30 de la mañana del lunes anterior en la finca Las Amazonas, jurisdicción de Codazzi, cuando Eder Luis Vergara Pérez, junto con otros jornaleros, picaba un pasto con una máquina y uno de sus guantes se enredó en las cuchillas de la misma.
Asegura el joven labriego, quien había llegado hace un mes de su tierra natal Corozal, Sucre, que en ese momento se llenó angustia y desesperación e intentó sacar la mano, pero la máquina le absorbió los dos brazos y amenazaba con tragárselo por completo, pero como pudo se sostuvo con la barbilla de una barra de hierro y avisó al resto de jornaleros.
“La fuerza de la máquina me ganaba y pegué un grito a mis compañeros quienes de inmediato la apagaron o si no me destroza completo”, dijo Vergara Pérez.
El herido fue llevado hasta el hospital local de Codazzi desde donde fue trasladado a Valledupar al hospital ‘Rosario Pumarejo de López’.
De acuerdo con el diagnóstico médico, el paciente, quien fue intervenido quirúrgicamente, sufrió una amputación traumática de los miembros superiores derecho e izquierdo.
“En estos momentos el paciente es sometido a un tratamiento a base de antibióticos y bajo estricta supervisión para evitar un infección en los muñones”, manifestó Oscar Farelo, médico de turno.
Por su parte, el médico psiquiatra, Manuel Altamar, manifestó que este tipo de pacientes generalmente, tras un episodio traumático donde estuvo en riesgo la vida, padecen de estrés postraumático, en este caso agudo, (cuando no han pasado tres meses de sucedido el hecho) que se caracteriza por el insomnio, reminiscencia del episodio, ansiedad, extrema reacción de sobresalto y embotellamiento afectivo, además se le suma el síndrome del miembro fantasma.
Según el médico Altamar, esta situación se experimenta hasta que el cerebro se acostumbra a su nueva estructura corporal. La duración de este proceso estaría entre seis meses y un año.