Ante la fuerte creciente de los afluentes hídricos que surcan por el sur del Cesar, los Comités Locales de Emergencia deben estar alertas y las autoridades tienen que activar los planes de emergencia y contingencia ante la declaratoria de alerta naranja, por parte del Instituto de Estudios Ambientales y Meteorológicos – Ideam-, ya que los más propensos a sufrir calamidades son los habitantes de las riveras de los ríos Magdalena, Lebrija y Sogamoso.
“El llamado es a los municipios a que regulen el Plan de Emergencia y Contingencia, acopiando los recursos necesarios y toda la logística requerida para afrontar los nuevos embates de lo que se avecina” dijo Manuel salvador Herazo, funcionario del Ideam.
“El Ideam es la entidad que regula, y tiene todos los elementos de juicio para hacerlo, el llamado es a los comités locales a prepararse y a no incurrir en los errores del pasado” aseveró, el funcionario.
Manuel Salvador afirmó que “el incremento de las lluvias en el interior del país, afecta ostensiblemente nuestra región, por la posición geográfica del departamento, municipios como Gamarra, Tamalameque, La Gloria y Chimichagua comienzan a sentir los embates de esta nueva ola invernal”.
El funcionario manifestó que la falta de tiempo para reparar los diques de contención, sumados a la mano depredadora del hombre, específicamente por la socavación de playas para la extracción de material de río para obras de construcción de viviendas, son factores que alteraran la tranquilidad de muchos surcesarenses.
“Lo preocupante es que (sic) las infraestructuras existentes a lo largo y ancho de nuestras laderas, las cuales quedaron bien debilitadas por el invierno anterior, poniendo en alto riesgo a estas poblaciones” dijo, el delegado del Ideam.
Los estudios actuales demuestran que el sur del Cesar es altamente vulnerable a cualquier fenómeno natural que altere el buen ritmo de los ríos, sumado al deterioro de las obras de infraestructura, que de una u otra manera evitaban las inundaciones como en Gamarra, donde el reforzamiento del muro de contención aún no se ha terminado.
Los registros de afectación directa demuestran que el sur del Cesar, atendió cerca de 70 mil familias afectadas por la pasada ola invernal, las mismas estarían expuestas si el invierno que viene tiene las mismas características como registrado el año anterior.
Aunque el departamento no está preparado en un 100 por ciento ante cualquier emergencia sufrida por este tipo de eventos, el cúmulo de experiencias vividas, será puesta al servicio de toda la comunidad surcesarense, que requiera de los servicios de un comité regional robusto en acciones efectivas.