Si un curioso busca su nombre en la internet a simple vista conocerá que es cantante o puro ‘corazón vallenato’, así como la bautizaron en el mundo artístico de la caja, la guacharaca y el acordeón en la capital del vallenato, pero detrás de su talento, la abogada Lucila Mercedes Vidal Luque, es una digna representante de la Rama Judicial a nivel departamental y nacional.
Es egresada de la Universidad Sergio Arboleda, especialista en Derecho Penal y Criminología, y en Derecho Probatorio, con magíster en Derecho. Los estudios le permitieron durante 24 años trabajar en la Fiscalía General de la Nación como directora Seccional de Fiscalías Cesar, fiscal local, seccional y delegada ante el tribunal.
Durante su ejercicio llevó sonados procesos en los que tuvo la oportunidad de defender los derechos de las mujeres, e incluso contra artistas iguales que ella, como es el caso del acordeonero rey vallenato, Juan David, ‘el Pollito’ Herrera Pimentel, condenado por abuso sexual.
La artista y profesional del derecho reconoce que, si bien ambas facetas ejercidas son opuestas, a través de estas ha podido demostrar que las mujeres ‘tienen múltiples capacidades’, una frase que precisamente popularizó en un puya de la autoría de Andrés Beleño.
Vidal logró ganar un espacio en la música vallenata, pese a su fama de ser un género ‘machista’. Pero, la vocación de servirle al país fue superior y no pretendió realizar una carrera artística comercial.
“Entré a la Rama Judicial en el 1996 y en el 2007 grabé un CD (Corazón Vallenato), pero nunca lo hice con la pretensión de hacer ese vallenato comercial y jamás pensé en dejar mi vocación de servirle al país desde lo público. Siento que pude equilibrar los roles de madre, docente, esposa, hija, servidora pública y artista”, afirmó.
Su destacable labor la llevó a que el primero de febrero la Procuraduría General de la Nación la posesionara como directora Nacional de Investigaciones Especiales.