Cumbre de las Américas:
Por: LUIS ALONSO LUGO
WASHINGTON. Y CARTAGENA. AP. El presidente Barack Obama llegará la noche del viernes a Cartagena para asistir a una cumbre donde deberá sortear dificultades que van desde la propuesta de normar la producción, tráfico y uso de drogas hasta ahora ilegales así como posibles reproches por la marginación de Cuba del cónclave.
El asesor presidencial para asuntos del Hemisferio Occidental, Dan Restrepo, dijo el miércoles a periodistas que Cartagena brindará una oportunidad para que los mandatarios analicen “cómo podemos trabajar colectivamente de forma más eficiente. No hay una solución única en este debate. Mientras el consumo se expande por las Américas, la respuesta y la responsabilidad también necesita expandirse”.
Restrepo señaló el caso de Brasil, al que describió como el segundo consumidor mundial de cocaína, y que recientemente firmó un acuerdo trilateral con Estados Unidos para apoyar a Bolivia en la lucha contra el narcotráfico.
Despenalización
Aunque el tema de la despenalización del narcotráfico no está en el temario oficial de la cumbre, la propuesta encabezada por el mandatario guatemalteco Otto Pérez Molina es uno de los temas que más atención ha generado de cara al encuentro presidencial, cuando la violencia relacionada al crimen organizado azota intensamente a México y América Central.
Obama ha sido el primer presidente estadounidense en asumir abiertamente la responsabilidad que tiene su país en el narcotráfico internacional, ya que el consumo doméstico de las sustancias ilícitas representa una buena tajada de los ingresos que perciben los carteles, pero Washington se opone rotundamente a cualquier despenalización aunque se muestra dispuesto a debatir el asunto en Cartagena.
Cuarto Viaje
En lo que será su cuarto viaje a las Américas y la segunda asistencia a una Cumbre de las Américas, Obama participará la noche del viernes en una cena que el presidente colombiano Juan Manuel Santos ofrecerá como anfitrión a los jefes de estado visitantes. En la mañana del sábado asistirá a una reunión de empresarios y sostendrá un encuentro con Santos y la presidenta brasileña Dilma Rousseff sobre integración económica.
El asesor adjunto de la Casa Blanca para Seguridad Nacional Ben Rhodes dijo que Obama participará la tarde del sábado en la ceremonia de apertura de la Cumbre y luego acudirá a una sesión plenaria que durará el resto de la tarde hasta que los mandatarios sostengan otra cena oficial.
La mañana del domingo Obama sesionará a puerta cerradas con el resto de mandatarios, donde se espera que aborden no solo el tema de las drogas sino también la solicitud de varias naciones para que Cuba comience a participar en la próxima edición del encuentro hemisférico de alto nivel y que llevó al mandatario ecuatoriano Rafael Correa a ausentarse en protesta.
La situación de Cuba
Estados Unidos condiciona la asistencia de Cuba a su cumplimento con la Carta Democrática Interamericana.
Posteriormente, Obama se reunirá con líderes del Caribe anglófono y nuevamente con el anfitrión, con quien ofrecerá una conferencia de prensa y asistirá a una iglesia. Obama partirá de Cartagena la tarde del domingo.
Integración y mercados
Rhodes señaló que a “mientras los países latinoamericanos sean más prósperos, se amplían los mercados, nos permite exportar más a la región, y más turistas pueden visitarnos, apoyando nuestra economía. El éxito de las Américas es de interés estratégico para Estados Unidos”.
La secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton acompañará a Obama y luego seguirá a Brasil el 16 y 17 de abril para participar en la tercera reunión del Diálogo de Cooperación Global Estados Unidos-Brasil.
La Casa Blanca esbozó las metas de Obama en Cartagena el mismo día que el Diálogo Interamericano, un centro de estudios con sede en la capital estadounidense, emitió un reporte que califica como “decepcionante” la relación que Washington mantiene con el resto del hemisferio.
“Las relaciones entre Estados Unidos y América Latina se han vuelto más distantes. La mayoría de los países ven a Estados Unidos como menos y menos relevante para sus necesidades, y con capacidad decadente para proponer y ejecutar estrategias”, señala el informe suscrito por sus 100 miembros, la mitad de los cuales son estadounidenses.
El grupo, encabezado por la ex presidenta de Chile Michelle Bachelet y la ex representante comercial estadounidense Carla A . Hills, incluye a los ex mandatarios Jimmy Carter, de Estados Unidos; Oscar Arias, de Costa Rica; Fernando Henrique Cardoso, de Brasil; Ricardo Lagos, de Chile; Carlos Mesa y Jorge Quiroga, de Bolivia; Ernesto Zedillo, de México.