Con una pistola, tres proveedores y 32 cartuchos, fue capturado por primera vez, el pasado 8 de mayo, Eguis Ramith Oñate Bolaños, al ser interceptado por una patrulla de la Policía en el centro de Valledupar.
Pese a la gravedad del delito con una pena que supera los nueve años de prisión, un juez le otorgó el beneficio de la detención domiciliaria, el cual violó el pasado miércoles al ser sorprendido por miembros de la Sijín cuando caminaba por la calle 8 entre carreras 16 y 16A de Valledupar. Al practicarle una requisa, le encontraron seis proyectiles de revólver calibre 38, por lo que volvió a ser presentado ante un juez de control de garantías.
Ayer, le legalizaron la captura, la Fiscalía Séptima Local le imputó cargos por fabricación, tráfico o porte de armas de fuego y municiones, pero el sindicado no aceptó su responsabilidad.
Sin embargo, en la audiencia de solicitud de medida de aseguramiento el fiscal manifestó que a Oñate Bolaños no se le podía volver a otorgar la casa por cárcel, “porque es un peligro para la sociedad”. Además de ser reincidente en el porte de armas ilegales es investigado por la Fiscalía 23 seccional de Valledupar por el delito de homicidio.
EL PILÓN conoció que el proceso se encuentra en etapa de indagación preliminar y tiene que ver con el homicidio del patrullero de la policía, Jhonatan Ferney Ortiz Sarmiento, que murió tras recibir un impacto de bala, la madrugada del pasado 26 de octubre, en la manzana 4 del sector de Pescaíto, margen derecha del río Guatapurí.
El policía asesinado hacía parte de las patrullas del cuadrante de ese sector de Valledupar, pero ese día se encontraba de descanso y el crimen ocurrió cerca de la casa de Eguis Ramith Oñate Bolaños. No obstante, las autoridades aún no han revelado detalles de la investigación que es adelantada por el CTI de la Fiscalía.
Por Redacción Judicial / EL PILÓN