Fue aprobado por la Comisión Séptima el proyecto de Ley que pretende aumentar la licencia de paternidad de 10 a ocho semanas. Dicha iniciativa impulsada por el representante a la Cámara, José Daniel López, busca “involucrar más a los hombres en el cuidado de los recién nacidos”, además de disminuir los factores por los que las mujeres son discriminadas en el campo laboral.
El proyecto de Ley contemplaría que el periodo de licencia para cuidar al bebé se pueda dividir entre el padre y la madre del menor. De acuerdo con López y dos promotores de la iniciativa, “el equilibrio” en el cuidado del recién nacido durante ese tiempo contribuiría a que no se considerara como criterio de selección si la mujer está en edad reproductiva o no.
Dicha iniciativa podría contribuir a disminuir la desigualdad que existe entre las mujeres y hombres del Cesar a la hora de solicitar un empleo. Esto se debe a que algunos empleadores consideran más factible contratar a un hombre que a una mujer debido a que puede “resultar embarazada y por Ley debe pagársele el tiempo de maternidad”, así lo dio a conocer la abogada Camila Julio, especialista en derecho laboral.
De acuerdo con la experta, hay una “brecha bastante amplia” entre las oportunidades laborales que se les dan a los hombres a diferencia de las que se les otorgan a las mujeres. Precisó que es tan grande la discriminación hacía el sexo femenino en el campo laboral que las empresas consideran si la postulada para el cargo es recién casada o no porque esto “significaría que prontamente podría tener hijos y entraría en licencia de maternidad”.
“Los empleadores no quieren en su mayoría mujeres. Es cruel decirlo, pero es la verdad, para ellos contratar a una mujer es un gasto y una pérdida de tiempo laboral cuando están embarazadas. Por esto consideran en mayor medida a los hombres porque ellos no tendrán que dejar su empleo para cuidar un bebé”, comentó Julio.
¿MACHISMO LABORAL?
Son muchas las posiciones sobre este proyecto de Ley debido a que culturalmente el cuidado de los bebés es una función de la madre y la del padre es ir a trabajar mientras la esposa o compañera se queda en el hogar. En el Cesar esta creencia aún se encuentra arraigada en varios municipios del departamento en donde no esta “bien visto que la mujer trabaje y el hombre cuide los hijos”.
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Esa premisa la vivió Gabriela Salas, habitante del municipio de Aguachica, quien aseveró que tuvo que dejar de trabajar por casi un año porque “era necesario que ella cuidara el bebé”. Esta docente que trabajaba en la ciudad de Valledupar comentó que la sociedad cesarense continua “en el pasado con la creencia que la mujer solo está para cuidar a los hijos”.
“Yo no pude continuar laborando porque la gente, y hasta mi familia, me dijeron que era mejor que me quedara en casa. En donde trabajaba prácticamente me dijeron que no siguiera dando clases porque eso perjudicaba mi salud y no me dejaba tiempo para estar con mi bebé. De manera sutil me pidieron mi renuncia”, manifestó Salas.
Así mismo, la arquitecta Yolanda Armenta relató que cuando quedó embarazada su jefe “la ofendió verbalmente” y tuvo que tomar acciones legales contra él porque quería despedirla. Señaló que siempre había cumplido con sus funciones, pero con la llegada de la maternidad el trato hacía ella en su trabajo se volvió “brusco, discriminativo y ofensivo”.
“No solo son los jefes los que discriminan a las mujeres embarazadas, también los demás empleados señalan y acusan de que uno se aprovecha de la maternidad para no cumplir con las obligaciones en el trabajo. Para la mayoría de las personas una mujer embarazada en el campo laboral no sirve”, argumentó Armenta.
¿QUÉ DICEN LOS EMPRESARIOS?
Al respecto del proyecto de Ley, el gerente de Camacol, seccional Cesar, Hernán Felipe Araújo, comentó que es una iniciativa que busca la igualdad para “recalcarles” a los hombres que las responsabilidades en el hogar no deben solo recaer en las madres como se cree “erróneamente en la cultura machista”.
Sin embargo, precisó que el riesgo y preocupación de muchos empresarios es que “ese tipo de medida también afectan la formalidad” porque son unas licencias adicionales, por las que el empleado va a recibir salario sin estar trabajando. Esto podría significar para el empresario “una carga adicional”. Agregó que confía en que si es aprobado los empleadores se acomodarán al nuevo sistema y espera que la nueva ley no cause un impacto negativo en el mercado laboral.
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Así mismo, el director ejecutivo de la Federación Nacional de Comerciantes, Fenalco, Cesar, Octavio Pico, comentó que la producción se vería afectada porque ambos padres dejarían de trabajar y “generar los servicios y productos que hay que comercializar”. Aseveró que este tipo de proyectos son “populistas” y no se considera el impacto que generarán en la aplicación.
¿UN COSTO ELEVADO?
De acuerdo con José Larrazábal, abogado especialista en finanzas y economía, de ser aprobado el proyecto de Ley sería un logro para la protección de los derechos de la mujer y combatiría la discriminación que sufren en el campo laboral, pero la iniciativa para ser sostenible tendría un costo.
“El tema requiere de mucha responsabilidad fiscal. El sistema de salud tendría que asumir la licencia de la paternidad y eso implica aproximadamente entre $250.000 a $500.000 millones anuales. Esto para que se apruebe necesita del visto bueno del Gobierno nacional porque actualmente el sistema de la salud no tiene fondos suficientes para asumir el costo”, explicó Larrazábal.
Agregó que en ese sentido el Ministerio de Hacienda buscará “las formulas que permitan aumentar los ingresos del país” para que pueda sostenerse económicamente la licencia de paternidad si es aprobada. Según los proponentes de la iniciativa, a partir del año en el que entre en vigencia la ley las semanas se irían subiendo gradualmente hasta completar las ocho.
Por: Namieh Baute Barrios / EL PILÓN
@namiibb