Luego de una intensa búsqueda los buzos del cuerpo de bomberos de Valledupar rescataron en una de las zonas más peligrosas del río Guatapurí los cadáveres de Leonardo Angulo Rivera y de William Arturo Daza Pulido, ambos de 24 años. Este último estuvo por más de 12 horas desaparecido al ser arrastrado por la corriente hacia las profundidades del afluente, el pasado domingo en inmediaciones del puente del balneario Hurtado.
Tras encontrar el cuerpo de Leonardo Angulo el mismo día de la tragedia, el equipo de rescate reinició la búsqueda de William Arturo Daza, ayer a las 6:45 de la mañana con dos buzos y 10 hombres más de apoyo que hicieron cuatro inmersiones; transcurridos cinco minutos de la cuarta inmersión encontraron el cuerpo de William boca abajo en un tramo del río conocido como ‘La Olla’.
El comandante de los bomberos, capitán Óscar Lúquez precisó que la recuperación del segundo cuerpo se dio a las 8:55 de la mañana, en una de las zonas ‘vetadas’ para los bañistas.
“Ellos estaban en la parte de arriba del puente en el sitio conocido como ‘La Playita’, al parecer, departían ahí con un grupo de amigos y la corriente como que los fue arrastrando y llegaron a la parte más profunda del río que es ‘La Angostura’, donde hay muchas cuevas y remolinos; el cuerpo rescatado el domingo tenía un golpe en la cabeza y sangraba por el oído, pero del segundo todavía no tenemos mayor información”, dijo el jefe de los bomberos.
En medio de desgarradoras escenas de llanto y dolor, los familiares de las víctimas esperaron durante varias horas en la cabecera del puente, mientras los buzos hacían su trabajo.
“Dicen que el amigo (Leonardo) se estaba ahogando como que se lo tragó algo ahí y mi hijo se tiró a sacarlo y se quedó con él, por ir a rescatarlo”, manifestó William Daza.
Para evitar estas tragedias, las autoridades recomiendan a los bañistas no ingresar al balneario Hurtado bajo los efectos del licor y evitar lanzarse de alturas, teniendo en cuenta que el Guatapurí es un afluente con muchas piedras.
“Vamos a analizar la situación a través del Consejo Municipal de Riesgo para saber qué decisiones vamos a tomar. Aquí siempre se ha presentado que la gente se lanza al río del puente y de las diferentes piedras, por eso pedimos apoyo a la comunidad, más cultura ciudadana y más compromiso sobre su integridad”, manifestó el secretario de Gobierno Municipal, Carlos Mario Céspedes.
Un río de miedo
“En algunas partes el río cerca del puente Hurtado puede tener entre 12 y 14 metros de profundidad, donde una persona que no tenga la experiencia y no conozca puede quedar atrapada en las cuevas”, señaló Carlos Enrique Martínez, experimentado nadador y clavadista que nació hace 35 años a orillas del emblemático Guatapurí.
Antes de que el Cuerpo de Bomberos de Valledupar adquiriera los equipos de buceo y capacitara a sus socorristas en la materia, Carlos era uno de los mejores para recuperar cuerpo del río, solo utilizando una careta y una linterna.
“El río tiene su encanto, yo que tengo años conociéndolo y le tengo miedo al río, lo mejor es encomendarse a Dios, porque tengo la capacidad de permanecer más de un minuto buceando, pero asustado uno no dura ni 20 segundos”, agregó.
Perfiles
Leonardo
William Arturo Daza Pulido era un joven cristiano estudiante de una carrera técnica en el Servicio Nacional de Aprendizaje, Sena, y residía en el barrio Santa Rita de la capital cesarense. Antes de mudarse a ese sector fue vecino de Leonardo en el barrio Alfonso López, donde se hicieron amigos.
Por Martín Elías Mendoza / EL PILÓN
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