Según el Dane, en Colombia el 52,1 % de la población son mujeres. En otras palabras, por cada 100 hombres hay 104,7 mujeres. Sin embargo, ONU mujeres reveló que representan solo el 12 % de quienes ocupan cargos de elección popular.
La Misión de Observación Electoral, MOE, reseña que la Constitución Política de 1886 no reconocía a las mujeres como agentes de la política, “ni siquiera como ciudadanas”. Fue hasta 1954, con una reforma constitucional de la Asamblea General Constituyente que se da paso al voto femenino. La primera imagen de una mujer votando en Colombia se dio en el plebiscito de 1957.
Pero fue hasta la Constitución de 1991 cuando en Colombia se proclamó la igualdad que debe existir entre los ciudadanos a través de los artículos 13, 24 y 40. Desde entonces, diferentes sectores han buscado la equidad entre mujeres y hombres.
En la política hay grandes avances, pero son más los retos. En el orden nacional la elección de Claudia López como alcaldesa de la capital del país, marcó un hito en la lucha por la equidad de las mujeres. Igualmente la representación de la primera mujer vicepresidenta del país, Marta Lucía Ramírez.
“En ocasiones, minoritarias, ver mujeres en los comicios era ocasiones de risa, pero cuando muestras tu capacidad como mujer entienden que no estamos para llenar una cuota de partido, sino para participar activamente, para construir”, argumentó Mariam Muvdi, concejala de Valledupar. Junto a Thelma Gómez, también del partido Liberal, son la cuota femenina del Concejo de Valledupar.
En las regiones la lucha por la equidad en la participación política aún tiene grandes obstáculos. Según estudios, a nivel nacional el género femenino representa solo el 14 % de los Concejos, el 17 % de las asambleas departamentales y solo el 9 % de las alcaldías están lideradas por mujeres.
En el Cesar los resultados electorales de las elecciones regionales de octubre de 2019 fueron agridulces para el género. A la vez que ganaron espacios en corporaciones como la Asamblea Departamental, se perdieron en las alcaldías municipales.
En el periodo 2015-2019 en el Cesar los once diputados eran hombres. Para el 2020-2024 tres mujeres ganaron sus espacios en las elecciones de octubre: Petrona Romero, Claudia Margarita Zuleta y Nuris Obregón. Pero de las seis mujeres electas como alcaldesas de municipios del Cesar en 2015, para el 2019 los 25 alcaldes del departamento son hombres.
¿Cuál debería ser el papel de la mujer? Según la excandidata a la Gobernación del Cesar y diputada, Claudia Zuleta, el género tiene vocación para liderar luchas sociales. “Las mujeres damos un sentido social a las acciones, un protagonismo a los derechos humanos, a la salud, a saneamiento humano, educación, lo relacionado con el desarrollo humano”, señaló Zuleta, quien recalcó que la fecha no es para celebrar, “sino para conmemorar la lucha que las mujeres hemos dado por el reconocimiento igualitario de los derechos, por poder participar en igualdad de condiciones”.
“Hay que tener valentía para estar en esos espacios, porque te encontrarás con formas de pensar contrarias, tratar con caracteres diferentes, incluso con personas que no querrán dejarte crecer por ser mujer. Hay que construir procesos y educar a las mujeres. Con la educación es que vamos a llevar a feliz término la construcción de ciudadanía”, sostuvo Benilda Beleño, vocal de Control de Valledupar.
LIDERAZGOS
Caso llamativo es el de Libia Arciniegas, presidenta de la Federación de Pescadores Artesanales y Ambientalistas del Departamento del Cesar, Fedepesce. Una profesión donde estudios demuestran que el 90 % son hombres, es liderada por una mujer. Desde su cargo, representa a más de 1.899 familias de pescadores agrupadas, que buscan proteger una actividad en decadencia, principalmente, por la crisis climática. En las comunidades indígenas también se han abierto espacios para liderazgos femeninos.
Reconocida internacionalmente como defensora de los derechos humanos con el Premio Antonio Nariño, la arhuaca Leonor Zalabata lidera procesos en defensa de los territorios de las comunidades indígenas asentadas en la Sierra Nevada de Santa Marta. En ese objetivo acostumbra recalcar el papel de la mujer indígena.
“La mujer indígena es como la mayoría de la mujer colombiana, pero en este caso sufrimos la desigualdad por ser mujeres, indígenas y pobres. Aún más vulnerables, pero luchamos con valores culturales propios, heredados de conocimientos tradicionales y jugamos un papel relevante en la conservación de la tierra, en los valores de la tierra, para eso es la cultura. Somos claves en la promoción y sostenimiento de las lenguas, en la permanencia de estos valores”, recalcó Zalabata.
En ese punto, la diputada Petrona Romero señaló que las mujeres deben participar en procesos como los del próximo 25 de abril cuando se elija a los presidentes de las Juntas de Acción Comunal. “Nos empoderemos para representar a nuestras comunidades. Nosotras las mujeres tenemos un sentido social, así como lideramos hogares, lideramos procesos sociales. Es como nuestra esencia”, sostuvo la diputada.