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Las damas del vallenato

Por: Pepe Morón Reales y Freddy Oñate Acevedo.

Además de inspirar las más hermosas y sentidas canciones de la música vallenata, el papel de la mujer dentro del folclor, ha ampliado su campo. Pasaron de ser las musas de los compositores y poetas para convertirse en hacedoras de canciones, intérpretes de melodías y creadoras de acordes inolvidables.

En la capital del Cesar, cuando se habla de la grandeza de la música vallenata, es común escuchar que se rememora a esos hombres, como Alejo Durán, que desde el comienzo fueron los encargados de poner en alto el nombre del folclor. Hoy en día, aunque la cultura de Valledupar tiene puesto sobre sí un estigma de machismo, las mujeres de esta región del país lograron entrar al sentimiento mismo de una canción vallenata: el toque de un acordeón.

En el marco de la cuadragésima sexta versión del Festival de la Leyenda Vallenata EL PILÓN quiso saber cómo es el presente de la mujer acordeonera y cómo las ven sus colegas.

La primera en dar su opinión fue Cecilia ‘La Polla’ Monsalvo. Esta dama del vallenato dijo que la mujer en el folclor no ocupa el mismo rol que ocupaba antes. Afirmó que se sentía orgullosa al ver que desde muy pequeñas, las niñas se interesan por aprender a tocar el acordeón o alguno otro instrumento de la música vallenata. Para ‘La Polla’, en el pasado la mujer misma se limitó y quedó casi que circunscrita a participar solamente, en la tradicional danza del Pilón.

La no muy larga lista de mujeres acordeoneras reconocidas en la capital del Cesar está encabezada por Rita Fernández, compositora del himno de Valledupar, Rita nació en la ciudad de Santa Marta donde cursó estudios superiores de música en la escuela de Bellas Artes. Ahí en medio de las jornadas de estudio, hizo amistad con varios compañeros oriundos de la tierra del Cacique Upar. Y fue así como la historia del vallenato empezó a cambiar. Esta inquieta samaria integró junto con otras compañeras la agrupación llamada Las Universitarias y participaron con una presentación en el Festival Vallenato de 1968. Un hecho que sin duda marcó el ingreso de la mujer costeña en el mundo musical que hasta ese momento era del todo masculino.

 

Reinas de verdad

 

El acordeón se ha caracterizado por ser un instrumento que necesita fortaleza y pasión para ser interpretado, y en el que el género masculino se ha destacado por saberlo interpretar. Sin embargo, la participación femenina se ha impuesto con el pasar de los años, tanto en las categorías juvenil, aficionado y profesional, como en la infantil.

En el parque de El Helado entre el día 26 y 29 de abril, se llevarán a cabo las presentaciones de los pequeños acordeoneros que sueñan con ser el Rey Infantil Vallenato, y entre los inscritos hay cinco niñas que también anhelan el título.

Rosana Carolina Hurtado Gutiérrez, proveniente de Arjona, Bolívar, tiene 9 años y desde hace tres, toca el instrumento, ha participado en distintos concursos en su tierra natal. Esta es la primera vez que llega hacer presencia en el Festival de Valledupar. “Vine acompañada de mi familia que siempre me apoya en los eventos a los que voy, espero poder representar bien a mi municipio para que se sientan orgullosos de mí” afirmó la pequeña.

Loraine Lara Mercado, de 12 años y oriunda de Sabana Larga, Atlántico, hace repicar el acordeón desde hace 2 años, y esta es la segunda vez que se presenta en la categoría infantil, “para mí ganar sería uno de los mejores triunfos, con eso quiero formar mi carrera”. Ha ganado en esta categoría en el festival de Barrancabermeja, Santander, en El Paso y en La Loma, Cesar.

A pesar de asegurar que la competencia es dura y que los niños muestran lo mejor de su repertorio, las niñas que están en la puja por obtener el reconocimiento, no se dejan amedrentar y resaltan que ellas también tienen las capacidades de alcanzar el título.

Nataly Patiño, es vallenata, estudiante del Colegio Nacional Loperena, y seguidora de ‘El Pollito Herrera’, se ha presentado cuatro años consecutivos a la categoría infantil, no considera que sea más difícil competir contra hombres que contra mujeres, pero establece que la contienda está reñida este año y que los demás digitadores tendrán que mostrar lo mejor para poder ganar.

No solo hay niñas y mujeres en los acordeones, según la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, diez niñas hacen parte de los grupos, tres tocando la caja, seis la guacharaca y una cantando.

Así pues, se van forjando los nuevos talentos femeninos, las niñas que se presentaron esperan seguir participando en los concursos del Festival hasta llegar a presentarse en la Categoría Profesional, y mostrarle a los seguidores de la música vallenata que puede haber una Reina del acordeón.

En el vallenato la mujer también se inspira

En varias ocasiones, se preguntan ¿qué pasa con las mujeres compositoras que en el Vallenato son poco reconocidas y muy poco han avanzado en la lista de los conjuntos vallenatos reconocidos para grabarlas en sus producciones?, ¿Por qué son pocas las mujeres que participan en un Festival y son contadas las que han ganado en estos concursos?, ¿Por qué las mujeres no han sobresalido al igual que los hombres, si tienen el reconocimiento de igualdad en la capacidad cognitiva artística?.

Ante estos interrogantes, la exreina de la Canción Inédita, Marta Esther Guerra Muñoz respondió que el hombre o la mujer puede nacer con una predisposición genética en este caso las artes musicales y esta puede ser desarrollada a través de la mediación sociocultural .

“A Estas preguntas frecuentes, las respuestas no tienen ningún misterio. Es fácil recordar con tristeza que en el pasado, la mujer estaba relegada del talento, y la educación, entre otros factores y su cualificación era la actividad doméstica, criar y atender a los hijos con pocas posibilidades motivacionales, dada la subordinación del jefe del hogar”, dijo Marta Esther.

Agregó que en tal sentido, aunque estas conductas se han ido afinando, es decir, la mujer sigue en la lucha subiendo peldaños de reconocimiento en la sociedad machista; aún existen vestigios que limitan la realización de algunas actividades que parece ser, son solamente para los hombres.

“Este es el caso de nosotras las mujeres compositoras de la música Vallenata que; aunque también nacemos con una gran potencia innata para las composiciones, con características de dulzura, sin malicia y al mismo tiempo con la inspiración en las vivencias del día a día, (las desilusiones, tristezas, los enojos, el amor), estamos alejándonos de los espacios que nos merecemos por nuestro talento. Y más bien nos hemos permitido ser absorbidas por las actividades del hogar, atención de los hijos, los abuelos, el esposo y para completar nuestro poco tiempo, el trabajo, necesario para coadyuvar a la subsistencia de nuestra familia”. Considera que lo mejor es continuar, animar a todas las mujeres para mantener encendida esa llama del sentimiento, siendo más agresivas en mostrar sus obras; no importa si los tiempos cambian, es necesario participar.

“Sigamos demostrando que somos la fuerza del amor, que no solo pueden existir tres mujeres ganadoras del Festival Vallenato, es necesario que lleguen otras maestras de la poesía que salen de su escondite para mostrar al mundo la grandeza de ser mujer compositora”, puntualizó.

“Las mujeres no son tan parranderas como los hombre; por eso no es muy común ver acordeoneras” afirmó Cecilia Monsalvo.

Categories: Farándula
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