Es normal encontrar bebidas con cero azúcar que, según dicen, ayudan a no subir de peso. Sin embargo, distintas investigaciones han comprobado que esta afirmación es solo una fachada.
“Las bebidas dietéticas son igual de perjudiciales para la salud como las bebidas normales, solo con la presencia de edulcorantes artificiales ya se corre el riesgo de padecer enfermedades como el cáncer, la diabetes entre otras y efectivamente no bajar de peso como lo esperan los consumidores”, explica la nutricionista Camila Cavalli.
Según la especialista, las bebidas no evitan el incremento de peso en la persona que las consume; señala que la ausencia del azúcar no hace que la bebida sea buena para la salud o que cumpla con su ‘objetivo’ de evitar el aumento de peso.
Por su parte, la revista científica estadounidense Diabetes Care, de la Asociación Americana de Diabetes, publicó un estudio que asoció a las personas que bebían gaseosa sin azúcar todos los días con un riesgo 67 % mayor de desarrollar diabetes tipo 2, la cual es el tipo de diabetes que manejan las personas insulinodependientes . Sin embargo, esta afirmación no determina que haya un efecto de causalidad entre el consumo de gaseosas sin azúcar y la aparición de diabetes tipo 2.
Por otro lado estas bebidas que aparentemente aportan a dietas son dañinas también en otros aspectos de la salud puesto que al beber habitualmente refrescos de dieta o bebidas ligth, incluso una por día, se asociar con mayor probabilidad de desarrollar enfermedades del corazón, derrame cerebral, síndrome metabólico e hipertensión arterial, además contribuyen al aumento de peso”, afirma Susan E. Swithers en un estudio realizado para Purdue University en Estados Unidos.
En general, los refrescos light no son recomendables si se quiere llevar una alimentación saludable.