“El dolor de la partida de un ser querido en la familia es una herida que no se puede sanar”, esas fueron las palabras de Bernabé Cogollo Salazar, hermano de María Antonia Cogollo Salazar, una comerciante de 28 años, asesinada el 4 de febrero de 2012, al interior de su local comercial, en el barrio Doce de Octubre de Valledupar.
EL PILON visitó la familia de María Antonia, quienes mantienen viva esa imagen alegre y pujante de ‘Toña’, como la llamaban, “hasta ahora nosotros no nos acostumbramos, ni nos damos a la idea de que mi hermana está muerta, mucho menos mi mamá quien compartió más con ella”, dijo Bernabé, quien después de lo ocurrido se apersonó del caso junto a su abogado para que se hiciera justicia.
Contó Bernabé que ese sábado 4 de febrero, le hacía mantenimiento a su carro cuando recibió la llamada de uno de sus 10 hermanos, noticia que llenaría de tristeza a esta familia.
“Alrededor de las ocho de la mañana me llamó mi hermano y me dijo que habían atracado a mi hermana y que estaba herida, era lo que se conocía, pero cuando llegue al negocio, la realidad era otra”, indicó Cogollo Salazar.
Para ese momento la familia de María Antonia y las autoridades locales tenían una hipótesis que explicaba lo sucedido y era que ‘Toña’ había sido una víctima más de la delincuencia en Valledupar.
Pero aproximadamente dos semanas después de la muerte de la comerciante, el rumbo de la investigación y el primer indicio de los hechos, fueron tomando otra dirección, luego de que la Policía capturara dos personas señaladas como las presuntas responsables del crimen.
Los hechos
Desde muy temprano y acompañada de su esposo, María Cogollo llegaba todos los días al establecimiento comercial del que era administradora y socia con una de sus hermanas, ubicado en la calle 25 con carrera 15, en el barrio Doce de Octubre.
Pero ese sábado su esposo, un docente con quien se había casado en septiembre de 2010, no la acompañó.
Cuando ‘Toña’ abría una de las esteras del almacén, un hombre que transitaba a pie, notó que se encontraba sola, se le acercó y le puso un puñal en el cuello obligándola a ingresar.
Una vez dentro del establecimiento, el hombre la despojó de sus pertenencias y procedió a herirla con el arma blanca en la garganta, lo que produjo la muerte inmediata de ‘Toña’.
Una menor de edad quien observó al hombre manchado de sangre y que salió corriendo del almacén, fue pieza clave en las investigaciones de la Policía.
Minutos después del homicidio un hombre fue capturado como presunto sospechoso, pero el testimonio de la niña señaló que el recién aprehendido no era el asesino.
Pero lo que más conmovió a los vecinos y produjo el repudio de los habitantes en Valledupar, era que María Antonia Cogollo, tenía dos meses de gestación, hecho que la mantenía ilusionada y alegre por la llegada de su primer hijo.
Las capturas
Dos semanas después de la multitudinaria despedida de ‘Toña’ a quien sus restos reposan en el cementerio Jardines del Ecce Homo, de Valledupar, la exhaustiva investigación de la Policía arrojó las primeras capturas.
El viernes 17 de febrero de 2012 agentes de la Sijín capturaron a Isidro Manuel Machado Domínguez, un exsoldado de 25 años y a Javier Enrique Fuentes Pacheco, un artesano de 37, como los presuntos responsables de la muerte de María Antonia Cogollo.
Fuentes Pacheco, fue aprehendido en Riohacha, La Guajira, mientras que Machado Domínguez, fue capturado en las horas de la tarde de ese mismo día en las instalaciones del Gaula del Ejército, en el batallón La Popa, de Valledupar.
Durante la audiencia de legalización de captura e imputación de cargos ante un Juez de Control de Garantías de Valledupar, la Fiscalía señaló a Javier Enrique Fuentes Pacheco como el presunto autor material de los hechos, basándose en los testimonios recolectados por la Policía y a un celular que se le halló al artesano, oriundo de Astrea, Cesar.
El ente acusador imputó cargos por homicidio agravado y hurto agravado contra Javier Fuentes e Isidro Machado, quienes es su momento se declararon inocente.
Un tercer involucrado
Aunque fueron capturadas dos personas, al parecer faltaba un tercero por capturar.
Durante la audiencia de legalización de captura, el ente acusador develó que había una tercera persona involucrada en la muerte de ‘Toña’ y que además a Javier Fuentes, le habían pagado la suma de dos millones de peso para que acabara con la vida de la mujer. Por lo que las autoridades ya barajaban entre las hipótesis un caso pasional o un hurto.
El sábado 19 de febrero de 2012, dos días después de la captura de los primeros sospechosos de este crimen, la Policía aprehendió en Bogotá a Emilia Catalina Lascarro Rumbo, de 28 años, excompañera sentimental del esposo de la comerciante asesinada.
Según las autoridades, Lascarro Rumbo, quien al momento de la captura tenía cuatro meses de gestación, sería la autora intelectual del crimen contra ‘Toña’ quien también estaba embarazada.
Las investigaciones y el material probatorio de la Policía llevaron a la Fiscalía en señalar a Emilia Lascarro, como la presunta responsable del delito de homicidio agravado.
Al parecer, Lascarro contrató por la suma de dos millones de pesos a Javier Enrique Fuentes Pacheco para que asesinara a la esposa de su excompañero sentimental.
Emilia Lascarro, oriunda de Villanueva, La Guajira, se declaró inocente de las acusaciones en su contra.
Libertad de uno de los capturados
Días después de la captura de Emilia Lascarro, las autoridades dejaron en libertad al exmilitar Isidro Manuel Machado Domínguez, al ser absuelto de toda responsabilidad que lo implicara con en el asesinato de la comerciante vallenata.
Según los familiares, era mucho el material probatorio que vinculaba al exsoldado con la muerte de ‘Toña’.
Extraoficialmente EL PILÓN conoció que Isidro Machado, habría sido el primer hombre contratado por Emilia Lascarro para que pusiera fin a la vida de María Cogollo. La mujer le habría pagado entre 500 mil y 800 mil pesos.
Pero Machado Domínguez, después de recibir el dinero se habría comunicado vía celular con Emilia para decirle que no podía hacer el trabajo, que le recomendaba a otro hombre; en ese caso era a Javier Enrique Fuentes Pacheco.
A pesar de conocerse esta información, la Fiscalía se declaró impedida en acusar a Isidro Machado Domínguez por los delitos de homicidio agravado y hurto agravado, por lo que un Juez de Conocimiento y Descongestión procedió a dejarlo en libertad.
Emilia Catalina Lascarro Rumbo, es señalada por la Fiscalía como la presunta autora intelectual de los hechos que acabaron con la vida de María Antonia Cogollo, y se encuentra cobijada con la medida de detención domiciliaria.
Lascarro Rumbo estaba recluida en la Cárcel Judicial de Valledupar, su abogado revocó esa medida ante un juez de conocimiento alegando que era madre cabeza de hogar, por lo que el estrado la benefició con la casa por cárcel.
Primera condena
Javier Enrique Fuentes Pacheco quien se acogió a sentencia anticipada al confesarle a la Fiscalía que era el asesino de María Antonia Cogollo, no pudo ser condenado en octubre de 2012 por vencimiento de términos de contrato del Juez de Descongestión de Penas, por lo que la audiencia fracasó.
El pasado 29 de agosto de 2013, fue realizada la audiencia condenatoria contra Fuentes Pacheco, a quien un Juez Penal del Circuito con Conocimiento de Descongestión lo condenó a 21 años de prisión por los delitos de homicidio agravado y hurto agravado.
Cabe recordar que el pasado 12 de diciembre, Javier Fuentes Pacheco, en plena audiencia dijo: “Pido perdón a los familiares de la víctima, todos los días le pido a nuestro Señor Jesucristo por ellos”, reconociendo así que había sido el responsable de la muerte de la comerciante.
En el preacuerdo con la Fiscalía, Javier Fuentes solo confesó ser el asesino de ‘Toña’ y no ha revelado quién lo contrato, por lo que las autoridades aún no han logrado demostrar si la autora intelectual del crimen habría sido Emilia Catalina Lascarro, quien se encuentra bajo detención domiciliaría como sospechosa del asesinato.
“A ella la capturan por todas las investigaciones que hizo la Sijín y por las informaciones que conseguimos nosotros sus familiares”, indicó Bernabé Cogollo Salazar.
‘Toña’ una mujer que nunca dejó de sonreír
María Antonia Cogollo Salazar, nació el 27 de julio de 1984 en Valledupar, según sus familiares era una mujer llena de alegría, emprendedora y querida por los vecinos del sector donde vivía con su madre Mercedes Salazar, a quien siempre cuidó hasta el último día de vida.
“Todos los que la conocieron pueden dar testimonio de que a ella nunca se le vio triste, ni por muy mala la situación que tuviéramos en la casa, ella todo el tiempo mantenía ese optimismo y las ganas de salir adelante y superarse”, manifestó Bernabé Cogollo.
Según sus allegados su felicidad de ‘Toña’ sobresalía aún más cuando supo que estaba embarazada de su esposo, un docente con quien se había casado el 4 de septiembre de 2010 en Valledupar.
“Cuando se enteró que esperaba su primer hijo, estaba como decimos por ahí, no creía en nadie”, dijo Bernabé, quien ha estado al frente de la investigación junto al abogado defensor para que se haga justicia.
Mercedes Salazar, madre de ‘Toña’ mantiene viva la mañana de ese sábado 4 de febrero, cuando cruzó palabras con su hija, quien le entregó unas compras para que hiciera el almuerzo para ellas dos y a su esposo.
“Mami aquí le traigo estos espaguetis y esta carne para que haga el almuerzo, eso fue lo último que me dijo mi hija, yo no me demore nada en traer las compras a la cocina cuando una niña entró a la casa diciéndome que mi hija estaba muerta”, narró Mercedes, quien con lágrimas en su rostro no asimila cómo asesinaron a una mujer tan especial y atenta con todos sus allegados.
María Antonia Cogollo, después de casarse no quiso apartarse de su madre y vivió con su pareja en un apartamento ubicado al lado de la casa de donde vive Mercedes.
“Ella se levantaba muy temprano y venía a darse cuenta de cómo estaba, siempre se preocupaba por mí de que estuviera bien de salud y todo”, enfatizó Mercedes.
Sus familiares afirman que entre la relación de ‘Toña’ con su esposo nunca se observó que había diferencias, por lo contrario siempre acudían juntos a las reuniones familiares.
“Toña, nunca tuvo la confianza de contarme qué pasaba en su relación, ella fue muy reservada en esas cosas, yo solo la veía feliz y eso me hacía feliz a mí también”, señaló Mercedes.
Algunos de sus allegados creen que María Antonia, sabía de la existencia de Emilia Catalina Lascarro, pero por mantener la buena imagen de su esposo y la de su relación prefirió callar y mostrar siempre esa alegría que la caracterizaba.
EL PILON conoció que meses antes de que María Antonia fuera asesinada, la vida de pareja entre ella y su esposo no era la misma pero que no se atrevía a contarles lo sucedido a sus familiares por temor a que su matrimonio fracasara.
¿Es y no es culpable?
La incertidumbre invade a la familia de María Antonia Cogollo Salazar, al manifestar que el esposo ‘es y no es culpable’ de los hechos que acabaron con su vida.
“Es, en el sentido de que tuvo una aventura por la calle y las cosas no le salieron como él las esperaba y ‘no es’, porque ¿quién a va querer mandar a matar a su propia esposa, menos si está esperando un hijo?”, indicó Bernabé Cogollo.
Mercedes Salazar solicitó a las autoridades que la muerte de María Antonia Cogollo, no quede en la impunidad y que sea la justicia de Dios y la terrenal las que se encarguen de juzgar a los culpables del crimen de su hija.
Por Mohamed Osman Díaz
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