“Una chica lesbiana es un ser humano, no hay que tomarla como una especie más”, expresó una mujer durante el evento de conmemoración del Día Internacional de la Visibilidad Lésbica en la sede de Caribe Afirmativo, este jueves 26 de abril en Valledupar.
EL PILÓN estuvo en la conmemoración y dialogó con Vanessa García, coordinadora territorial de esta organización de derechos humanos que abrió sus puertas hace más de un año en la ciudad, sobre lo que significa este día y qué retos aún tienen las mujeres que aman a otras mujeres.
¿Cuál es el origen del Día de la Visibilidad Lésbica?
El Día de la Visibilidad Lésbica es un día que nació hace alrededor de 16 años, nace realmente en España. Es un evento canónico que sucede allí cuando el Ministerio de la Igualdad le abre la puerta a 70 mujeres lesbianas para reunirse a hablar sobre las necesidades, la violencia, los estigmas y las desigualdades que vivían o vivimos las mujeres lesbianas en el territorio.
Desde entonces esa fechas se internacionalizó y Colombia adoptó esa fecha también para conmemorar todos los logros que hemos logrado las lesbianas en cuanto al reconocimiento de nuestras labores porque siempre hemos estado muy de la mano del movimiento feminista, pero también del movimiento LGBTIQ+, pues hacemos parte de esas siglas.
Alrededor de los años 70 nace lo que se llama el lesbofeminismo y es que un grupo de lesbianas empiezan a anunciarse en rebelión al movimiento feminista porque les decían ‘tú puedes ser una mujer feminista, pero no te anuncies como lesbiana porque eso va a desprestigiar el movimiento feminista’ porque entonces la ‘machorra’ no puede hablar o no puede reconocerse como lesbiana públicamente.
Y en cuanto a la lucha LGBT, más o menos en esos años, siempre se reconocía y se hacía más visible al hombre gay blanco que siempre ocupa más espacios, más cargos y son mucho más visibles, entonces nace esta necesidad de que las mujeres lesbianas sean visibles, que se le reconozca el trabajo que han hecho dentro de la lucha feminista, pero también al trabajo que han hecho dentro de los movimientos LGBT en los diferentes territorios.
¿Y qué conmemoran específicamente?
Conmemoramos que existimos, que estamos aquí, que somos mujeres que amamos a otras mujeres, que somos mujeres que decidimos crear un plan de vida con otras mujeres, que decidimos tener incluso maternidades sin que con ello exista la posibilidad de un padre.
Este día es para recordar todo lo que hemos logrado, pero también demostrar y poner sobre la página todo lo que aún se nos niega, lo difícil que es para las mujeres lesbianas y las jóvenes a veces reconocerse en el territorio por la violencia intrafamiliar, que es algo común en toda la población LGBT, el rechazo de tu mamá o de tu papá.
También que se pone en riesgo tu trabajo cuando te asumes abiertamente o visiblemente como lesbiana o los hombres jefes te sexualizan o incluso sufres de acoso porque entonces ‘ven, que yo te quito lo lesbiana, yo soy el hombre que te va a hacer probar lo que es un hombre y te va a quitar lo lesbiana’.
Tenemos que enfrentar todos estos discursos que al mismo tiempo son violentos, que nos denigran, que nos insultan, que nos minimizan.
A las lesbianas casi siempre las asocian la palabra “machorra”, es decir, que a pesar de ser dos mujeres, hay un hombre y una mujer, ¿esto a qué se debe y cómo refutarlo?
Claro, partiendo de que la mujer lesbiana lo que hace es retar la lógica binaria de hombre y mujer, de que solo existe lo masculino y lo femenino. Cuando una mujer se dice abiertamente lesbiana y muestra en su forma de vestir ciertas características masculinas, ya las relacionan como la machorra, como tú eres el macho de la relación, tú eres el que ejerce como el rol de hombre y es sumamente ofensivo porque así es como nos encasillan y nos vuelven a meter dentro de un sistema de relaciones heteronormativo en el cual nosotras no pertenecemos.
Ninguna de las dos tiene por qué tomar el rol de hombre, simplemente son dos mujeres que se relacionan erótica y efectivamente, que construyen relaciones un poco más igualitarias y equitativas. Pueden haber lesbianas que vistan un poco más “masculino” por comodidad, porque les gusta, pero no porque quieran representar la masculinidad en sí y a veces cuesta para las personas hetero entender un poco eso.
La palabra machorra es ofensiva, puede ser incómoda para las mujeres lesbianas porque es una palabra cargada de estigma y de prejuicios que lo que buscan realmente es denigrar e invalidar la orientación de una mujer porque al ser machorra te equiparan a un hombre, solo siendo machorra es válido de alguna manera que te gusten las mujeres, solo cuando tomas el rol de un hombre puedes estar con las mujeres.
A pesar del día de la visibilidad, muchas mujeres no se muestran cómo tal, ¿por qué no hacerlo?
Es complejo, por el contexto en el que estamos que de alguna u otra manera significa un riesgo para las mujeres, de por sí Valledupar, y el Caribe en general, es una ciudad altamente conservadora, religiosa, con una cultura machista, lo cual no es un secreto para nadie y el hecho de ser mujer ya significa que corres con ciertos riesgos, y al ser una mujer lesbiana te carga aún de más estigma, te carga aún más prejuicios y te pone en un nivel más alto de riesgo, entonces decirle a alguien ‘si tú eres lesbiana, sé libremente así’ es no tener en cuenta, en qué situación de riesgo puede estar esa persona.
Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN.